Bruselas, 18 May (RHC) Alicia Bárcena, secretaria general de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) afirmó este 18 de mayo, en Bruselas, que el incremento de los nexos entre la Unión Europea (UE) y la región podría impulsar la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
La directiva consideró que frente a la actual incertidumbre global, la asociación estratégica entre ambos bloques resulta un elemento positivo.
"Tales vínculos pueden generar inversión extranjera directa de calidad, promover la inclusión social, empoderar a las micro, pequeñas y medianas empresas, impulsar ciudades sostenibles y la sociedad del conocimiento, y favorecer el cumplimiento del Acuerdo de París sobre el cambio climático", añadió.
Opina la experta que la política económica en la UE ha sufrido una “transformación radical” en los últimos 10 meses, luego de aprobarse la salida de Reino Unido (Brexit), debido al aumento de movimientos políticos extremos y el retorno al proteccionismo.
"La cooperación internacional debe servir como herramienta para regular los mercados, administrar las tensiones globales, reducir las desigualdades y mantener a todos los actores comprometidos con un sistema internacional abierto", aseveró.
Precisa la información de la agencia Prensa Latina (PL) que sobre estos temas versaron las conversaciones entre Bárcena y el comisario europeo de Cooperación Internacional y Desarrollo, Neven Mimica, en aras de fortalecer la alianza entre la Cepal y la Comisión Europea para apoyar el diálogo y la cooperación birregional.
La representante de la Cepal también se reunió con funcionarios de la Dirección General de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Comisión Europea para presentar el panorama económico y social de la región y compartir algunas reflexiones sobre el escenario global.
La entidad de Naciones Unidas en su ponencia “América Latina y el Caribe en el nuevo contexto internacional: retos y oportunidades para una cooperación renovada con la Unión Europea”, alertó sobre el debilitamiento del multilateralismo, el retorno al proteccionismo, el aumento de los movimientos políticos extremos y la tendencia creciente hacia los conflictos internacionales.