La Habana, 29 dic (RHC) El mercado laboral en América Latina y el Caribe sigue siendo vulnerable a acontecimientos internos y externos, con una situación compleja en una región donde 25 millones de mujeres y hombres buscan trabajo y no lo consiguen.
La tasa de desempleo experimentó una leve baja y será de alrededor de 7,8 por ciento al final de 2018, lo cual revierte la tendencia alcista de los últimos tres años, aunque la mejoría “aún es modesta” en un escenario marcado por la incertidumbre y la volatilidad, destacó un informe divulgado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El cambio de tendencia es positivo, pero el mercado laboral de la región “sigue siendo vulnerable a los vaivenes políticos, comerciales y de inversiones a nivel externo e interno”, subrayó.
El informe de la OIT destacó que la tasa promedio de desempleo regional bajo de 8,1 por ciento en 2017 al 7,8 por ciento esperado para este año. Sin embargo aún es más elevada que el mínimo de 6,1 puntos registrado en 2014, cuando ya comenzaba a manifestarse un proceso de desaceleración de la economía que impactó el mundo del trabajo en la forma de una “crisis en cámara lenta”.
“Nunca hay que olvidar que detrás de los porcentajes hay personas, y la tasa de desempleo, aunque haya bajado en 2018, implica que aún hay cerca de 25 millones de mujeres y hombres que buscan trabajo pero no lo consiguen”, advirtió el director regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Carlos Rodríguez.
“La situación laboral de la región está marcada por la necesidad de aumentar la velocidad con la cual estamos generando más y mejores empleos”, expresó.
Según el informe, los pronósticos actuales para 2019 hablan de un potencial de crecimiento de 2,2 por ciento considera que si efectivamente se cumplen se crearían un millón de empleos adicionales.
En esas condiciones bajaría la tasa de paro una vez más al menos a 7,5 por ciento. Empero, el coordinador del Panorama Laboral de este año, el economista regional de la OIT Hugo Ñopo, recordó que “la predicción de las tendencias de corto plazo es una tarea que resulta cada vez más difícil en un mundo dinámico y globalizado”.
Ñopo también hizo notar que por detrás de los promedios regionales hay una región heterogénea donde “no todos los países o subregiones avanzan en la misma dirección”, ya que la desocupación puede bajar en algunos y subir en otros.
Los indicadores recopilados por el informe hasta el tercer trimestre de este año revelaban que “la tasa de desempleo aumentó en 10 países y se redujo en siete”.
El documento se refirió a la necesidad de avanzar en la reducción de la desigualdad de género en el trabajo. Si bien el aumento de la participación laboral de las mujeres ha sido constante, y se mantenía en 50,3 por ciento al tercer trimestre de 2018, esta tasa aún está más de 20 puntos porcentuales por debajo de la de los hombres.
Con respecto a la tasa de desempleo femenino, llegó a 10 puntos en el tercer trimestre de 2018. Este indicador es persistentemente más alto que el de los hombres, que registraba 7,3 puntos, en el mismo período.
Por otra parte, señaló que la situación laboral de los jóvenes entre 14 y 25 años debe ser considerada como “una señal de alarma” pues la tasa de desempleo llegó a 19,6 por ciento en el tercer trimestre de 2018, lo que implica una subida de entre 4,0 y 5,0 puntos porcentuales en los últimos cuatro años.
“Uno de cada cinco jóvenes en la región busca trabajo y no lo encuentra”, añadió. (Fuente:PL)