Cuba prioriza inversiones en la construcción sin descuidar programas sociales

Editado por Julio Pérez
2019-06-28 05:39:38

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La Habana, 28 jun (RHC) El Ministerio de la Construcción (MICONS) prioriza numerosas inversiones relacionadas con la industria de materiales y refuerza su intervención en el rescate y la edificación de obras esenciales para el desarrollo del país, pero sin descuidar políticas tan importantes como la de la vivienda y otras de impacto social.

Esas y otras cuestiones relacionadas con el perfeccionamiento y las proyecciones del sector hacia 2030, fueron detalladas en la Mesa Redonda de este jueves por el titular de la Construcción, René Mesa Villafaña.

De acuerdo con el funcionario, en 2014 se logró el perfeccionamiento de ese organismo, luego de varias restructuraciones que comenzaron desde los territorios.

Tal perfeccionamiento abarcó la especialización de empresas, la reducción de personal en el orden ministerial, además de la creación de tres organizaciones superiores de Desarrollo Empresarial (OSDE): Construcción y Montaje; Materiales de Construcción, y de Diseño e Ingeniería.

Esta última fomentó la aplicación de las nuevas tecnologías en los sistemas de trabajo del sector.

“En este momento, casi la totalidad de las empresas de la OSDE realizan sus proyectos en tercera dimensión, con mayor exactitud, además de confeccionar listados de materiales más precisos; por tanto, han disminuido las probabilidades de errores en la ejecución de las obras”, indicó Mesa Villafaña.

Como entidad gubernamental rectora de la actividad, el MICONS también ofrece asesoría al resto de las empresas constructoras de los demás organismos y contribuye a la capacitación y formación de especialistas y obreros. Asimismo, tiene bajo su amparo a 67 cooperativas y a poco más de 34 mil trabajadores por cuenta propia que ejercen sus actividades en el sector.

Hasta el año 2011, el balance de los recursos del país lo realizaba el Ministerio de Economía y Planificación. Es a partir de 2012 cuando comienza a trabajar de conjunto con el MICONS para perfeccionar —de acuerdo con el desarrollo de las inversiones—, las demandas de materiales, recursos, fuerza de trabajo y medios.

El ministro explicó que en 2013 se crea y fortalece una Dirección de Balance que, a partir de los planes inversionistas de construcción y montaje de todos los organismos de las Administración Central del Estado (OACE), establece las obras a ejecutarse.

“Se calcula, en primer lugar, la capacidad constructiva existente para dar respuesta a los diferentes programas (industrial, arquitectura, turismo, etc.). Unido a ello, se realiza un balance de los materiales con que cuenta el país, o los que se necesita importar, y a partir de ahí se traza el desarrollo de la industria de materiales”, especificó el funcionario.

El balance de los recursos también basa sus análisis en las demandas del resto de los organismos que aseguran la actividad de la construcción, por ejemplo, el transporte para el traslado de las cargas. También hay que analizar la demanda de energía y de agua, de manera que los proyectos sean integrales.

Existen programas en los plazos 2019-2021, 2021-2025 y 2025-2030, según Mesa Villafaña, teniendo como base cuáles son las inversiones priorizadas para el desarrollo del país y dar respuesta a los principales programas de los OACE, las OSDE y otros organismos de la economía.

Si bien la industria de materiales de la construcción fue uno de los sectores más afectados en el Período Especial, hoy se trata de revertir esa realidad con la ejecución de inversiones millonarias destinadas a su renovación y mantenimiento, teniendo en cuenta su rápido deterioro.

De una producción de alrededor de 17 millones de metros cúbicos de áridos en 1989, esta industria tocó fondo hasta llegar a producir un poco menos de dos millones de metros cúbicos en 2000. Luego de un proceso de recuperación, ya cuenta en la actualidad con una capacidad para la obtención de seis millones de metros cúbicos.

Mesa Villafaña agregó que el montaje de tecnologías en las propias canteras, ha posibilitado incrementar la cifra hasta los siete millones de metros cúbicos de áridos.

La proyección es que, para 2021, la producción de áridos alcance los nueve millones de metros cúbicos aproximadamente, y que en 2030 llegue a los 14,5 millones.

Sin embargo, el titular de la Construcción aclaró que actualmente no resultaría necesario llegar a producir 17 millones de metros cúbicos, porque se están empleando tecnologías como la panelería ligera, hormigones ligeros y otras que —inclusive— demandan menor cantidad de esa materia prima e, incluso, de fuerza de trabajo.

En cuanto al cemento, el funcionario precisó que se desarrollan importantes inversiones en este renglón fundamental, tal es el caso de la modernización de algunas plantas ubicadas en el territorio nacional.

Especificó que entre 2021 y 2024 se deben duplicar las capacidades de cemento existentes, y continuar creciendo en producciones. En los planes, se prevé alcanzar las seis millones de toneladas antes de 2030.

“Con esa cantidad, se daría respuesta a los programas inversionistas y a la política de la vivienda”, abundó.

Mesa Villafaña informó que también se están confeccionando otros tipos de este surtido, con el objetivo de utilizar los de alta calidad sólo en las fundiciones y construcciones de mayor resistencia estructural, y emplear aquellos con otras características en los sistemas de albañilería.

De acuerdo con el titular, también se trabaja en importantes inversiones en el mármol.

A este renglón se destinaron más de seis millones de pesos para el período 2019-2020, lo que propiciará la producción en 24 mil metros cuadrados y creará las condiciones para llegar a los 206 mil metros cuadrados en 2021.

“La industria cubana del mármol está dando respuesta al 100 por ciento de las demandas del turismo”, argumentó.

En una primera etapa produciría 1,5 millones de metros cuadrados, y cuando culminen los dos años de funcionamiento llegaría a tres millones de metros cuadrados de cerámica de piso de mayor calidad.

“Ello cubriría la totalidad del programa de la vivienda, el turismo y al resto de los programas sociales del país, y otorgaría un margen para las exportaciones”, detalló Mesa Villafaña.

De igual manera, la producción de muebles sanitarios en la empresa mixta, debe llegar en 2021 a 150 mil unidades sanitarias, hasta montar una segunda línea de producción para lograr en 2023 producir 500 mil unidades más, hasta 650 mil unidades.

El ministro de la Construcción señaló que otra línea de trabajo es el enchape en pared (azulejos), elemento muy demandado. En 2025 se deben producir cinco millones 500 mil metros cuadrados de azulejos para el mantenimiento de todos los programas (salud, educación).

Otros proyectos como el montaje de plantas para la producción de cal, paneles ligeros de fibrocemento, morteros secos, elementos de yeso (incluye panelería ligera), pinturas impermeabilizantes y la modernización de las líneas de prefabricado, se incluyen asimismo en el ambicioso programa inversionista de la construcción en Cuba.

El deteriorado fondo habitacional de Cuba sería, justamente, uno de los mayores beneficiados con la reanimación de la industria de materiales en el país. De acuerdo con información divulgada en otros espacios, existe una proyección para revertir esa situación en 10 años.

Para ello se requiere el incremento de las producciones antes mencionadas, así como el empleo de tecnologías de prefabricado y la creación de brigadas especializadas de trabajo en construcción de viviendas.

Según el Ministro de la Construcción, dentro de la Política de la Vivienda, rectorada por ese organismo, se mantiene la búsqueda de soluciones para aumentar la cantidad, tanto de viviendas convencionales (rurales y urbanas), como los edificios de más de 20 plantas y medianos (hasta 5 pisos).

El programa de la vivienda y su auge en cada territorio también tiene estrecho vínculo con la producción local de materiales de la construcción, actividad subordinada a los gobiernos municipales, pero regida, controlada y supervisada por el MICONS.

El porciento más alto de materiales empleado en las acciones a ejecutar en la proyección para la vivienda son los que se producen localmente, por lo que es importante potenciar estas producciones con la instalación de mini-industrias a nivel de cada municipio y Consejo Popular, siempre teniendo como prioridad la situación del fondo habitacional existente.

Más de 15 años sin revitalizar obras industriales en el país generaron no sólo su descapitalización, sino la pérdida de calificación de una masa laboral que hubo de ser reorientada.

Desde hace siete años se comenzó a recuperar dicho parque, apuntó Mesa Villafaña, y agregó que en 2018, se trabajó en 275 obras de impacto en el desarrollo de la industria nacional, mientras que en este calendario se ejecutan 271 obras, con un plan que sobrepasa los 330 millones de pesos.

Existe un aumento en el proceso inversionista en el polo niquelífero de Moa, la Unión Eléctrica, la industria química, el sistema industrial de la agricultura, BioCubaFarma, y para la recuperación y recapitalización del sistema industrial con obsolescencia tecnológica.

 

(Cubadebate)



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