Casa hacienda Guachinango luce sus mejores galas

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2019-08-27 08:52:48

Pinterest
Telegram
Linkedin
WhatsApp
Foto: Prensa Latina.

Trinidad, 27 ago (RHC) La casa hacienda Guachinango, en la centro sureña villa de Trinidad, luce sus mejores galas tras una reparación capital que permitió reiniciar sus labores a finales de julio último.

Durante un reciente recorrido por la instalación, Héctor Zerquera, director del Grupo Extrahotelero Palmares en Sancti Spíritus, declaró a la prensa que actualmente lo que más se está explotando es el área gastronómica y la ruta agrícola.

Los visitantes nacionales y extranjeros disfrutan conocer las fincas y plantaciones, así como pasear a caballo o a pie y la observación de aves, puntualizó.

Hasta la misma entrada a la hacienda llega el ferrocarril con una de las excursiones más solicitadas: un tren con vagones tradicionales de la época y locomotora a vapor.

Guachinango presta servicios gastronómicos hace varios años y es el único exponente en el Valle de los Ingenios perteneciente a una finca ganadera, mientras que en las paredes interiores y exteriores del inmueble sobresalen las pinturas murales.

Esas ornamentaciones fueron realizadas por anónimos artistas populares que recrean escenas bíblicas, mitológicas y de animales, considerado un hecho poco común en la historia de estas imágenes en Cuba.

El lugar tiene un toque cultural, patrimonial, señaló Zerquera.

Igualmente, se refirió a los diversos servicios que se prestan como las áreas del bar y asador, incluyendo los platos de la cocina tradicional que se ofertan, entre ellos el pollo Doña Inés -nombre de una de las habitaciones- y el lacón al estilo Río Ay.

Está rodeado de lugares de interés histórico y sociocultural como Manaca Iznaga, una casa hacienda del siglo XIX con una torre campanario rodeada de leyendas, la hacienda Buena Vista y el Mirador del Valle de los Ingenios.

Reconocido por la Unesco en 1988 como Patrimonio Cultural de la Humanidad, junto al centro histórico trinitario, el valle abarca unos 250 kilómetros cuadrados, extensión en la que a mediados del siglo XIX existieron diversos ingenios azucareros.

El programa de rehabilitación integral del valle -donde se erigieron más de 10 casas haciendas- es impulsado por el Ministerio del Turismo, con la participación de más de una decena de entidades. (Fuente: PL)



Comentários


Deixe um comentário
Todos os campos são requeridos
Não será publicado
captcha challenge
up