Recuperación de la cosecha tabacalera lleva un fuerte trabajo

La Coloma, 28 feb (RHC) La recuperación de la cosecha tabacalera en la occidental provincia cubana de Pinar del Río, lleva un fuerte trabajo y especialización de acuerdo con versiones de campesinos consultados hoy en esta localidad.

El agricultor Reinier Rojas exlicó que el huracán Ian destruyó en 2022 su trabajo de 10 años, y para volver a levantarlo realizó un esfuerzo muy particular que le llevó a resolver los problemas en tres meses.

Este productor recibió durante esta jornada la visita de los delegados al 23 Festival del Habano que se realiza del  27 de febrero al 3 de marzo y mostró su experiencia en tan complicadas tareas.

Precisamente, Rojas ahora aparece como nominado al Premio Habano de 2022, cuando su abuelo Ismael Medina lo ganó en ediciones anteriores.

El campesino del tabaco tapado de La Coloma lleva vinculado al sector por una década y, en la actualidad, es el productor de esa especialidad vinculado a la Empresa de Acopio y Beneficio Pinar del Rio con los mejores resultados.

Comentó que su finca, nombrada Junco, está a ocho kilómetros por la carretera de La Coloma, y es una Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS), con 13 hectáreas de tabaco tapado, seco, ya beneficiado para la escogida.

Rojas dijo que la recuperación luego del huracán Ian (septiembre de 2022) fue dura, pues en 90 días tuvo que resolver y volver a levantarlo todo.

Perdió tres casas de curado de tabaco, y totalmente la infraestructura de los semilleros, y ello les ocurrió a todos los campesinos de la zona.

Recordó que este tipo de tabaco (se cubre con una tela de mosquitero para protegerlo del Sol y fundamentalmente sus hojas sirven para la capa y el puro de exportación) debe tener un cuidado esmerado.

Desde que se siembra la postura, hasta su crecimiento, las diversas faenas protegen a la planta para que se alce fuera de plagas, y con anchas hojas, muy finas y delicadas.

Rojas ya incluso logró recolectar 18 mil cujes de tabaco, berga larga de madera o palo en el que se cosen las hojas para llevarlas al secado en las casas de curación (en lo que va de año).

Luego de todo ese esfuerzo el joven productor, que trabaja la tierra desde los 26 años, en particular el tabaco, se muestra optimista con mantener su productividad en una espiral ascendente. (Fuente:PL)