Foto: Prensa Latina.

La Habana, 25 feb (RHC) Como parte del XXV Festival del Habano (24 al 28 de febrero), los organizadores lideran hoy las visitas de los delegados a las plantaciones de la hoja de tabaco en la región occidental de nuestro país.

Se trata del macizo tabacalero de Vuelta Abajo, considerando las mejores tierras para el cultivo de dicha planta y con gran atractivo tanto para fumadores de puros como para profesionales del sector.

La provincia de Pinar del Río, la más occidental de este archipiélago, es famosa por su fertilidad, sobre todo en el entorno del Valle de Viñales, que además de ser un escenario turístico muy demandado, es cuna de la hoja de tabaco.

En esta ubicación privilegiada, clima y geografía se encuentran para que la planta crezca en perfectas condiciones. Allí se pueden recorrer los campos, e intercambiar con los agricultores que tienen sobrada experiencia en este rubro económico. De ahí que la jornada de este martes se dedique a la visita a las plantaciones de parte de los asistentes al Festival.

El cultivo de tabaco en Cuba es tan antiguo como la cultura de sus habitantes. Hace mucho, la comunidad taína (aborígenes) se encargaba de cultivar, secar y enrollar en forma de cilindro las hojas de la hierba santa, a la que llamaban Cohiba o Cohoba.

El acto de fumar llevaba meses de preparación. Esta historia empieza ahí: con el aroma de una tradición ancestral y el respeto a los ciclos de la naturaleza.

La fiebre del tabaco se desató cuando, en 1492, Cristóbal Colón y sus huestes desembarcaron en las playas cubanas, por el oriente, donde también se apreciaba la costumbre de Fumar. Los recién llegados se sorprendieron al observar que los nativos tenían una tradición hasta entonces desconocida para ellos.

Después de fabricar puros a mano, los prendían y aspiraban el humo como parte de un ritual sagrado donde el Behike (chamán y hechicero supremo de la tribu) se sentaba en el Dujo, su trono ceremonial, para inhalar los efluvios de aquella misteriosa humareda.

Toda la esencia de Cuba quedaba capturada en aquel momento, mucho más conectado al mundo de lo espiritual que al actual gesto de extraer un pitillo de la cajetilla y buscar un mechero.

Por tanto, hoy en día existe una Ruta del Tabaco en Cuba, que comienza o tiene su mejor camino precisamente en Pinar del Río, en el occidente insular, donde encontrarán los participantes al Festival muchas respuestas, entre terrenos agrícolas y productores. (Fuente: Prensa Latina).