La Habana, 19 julio (RHC)- El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, consideró hoy de lamentable e indignante el trato recibido en puertos chilenos por el canciller David Choquehuanca y una delegación conformada por diputados, autoridades y periodistas de este país.
García Linera recordó en conferencia de prensa, que el propósito de la visita del titular de Relaciones Exteriores y una comitiva de 60 personas a Arica y Antofagasta, es verificar las denuncias de atropellos y discriminación contra transportistas de esta nación dedicados al comercio internacional.
Bolivia es y siempre fue un país hospitalario. Recibimos un insulto que tenemos que lamentar. Nuestra delegación fue despreciada, maltratada y discriminada. No hablamos del pueblo chileno, con el que mantenemos lazos de hermandad, sino de sus autoridades, aseveró.
Por tales motivos presentamos una nota verbal de protesta ante el consulado de ese Estado, pero esto no va a quedar en una denuncia de maltrato, vamos a usar los mecanismos legales correspondientes para exigir una modificación del comportamiento y actitud del gobierno de Chile, aseguró.
Asimismo, se refirió a irregularidades y violaciones de acuerdos bilaterales como la imposición de multas y largos trámites con altos costos para transportar cargas a través de esos puertos y las malas condiciones de almacenamiento de los productos bolivianos, abandonados a la intemperie.
La verdad y la justicia están de nuestro lado. El futuro está marcado por la victoria boliviana, señaló García Linera e instó al pueblo a continuar trabajando para cumplir con la agenda 2020-2025 y convertir a Bolivia en centro energético de Suramérica.
La unidad y el desarrollo económico son la clave para fortalecer nuestra posición a nivel internacional y la mejor respuesta ante los abusos de autoridades chilenas. Si mantenemos la actual velocidad de crecimiento, en 2027 estaremos al mismo nivel de Santiago y la situación será distinta, indicó.
El lunes, Choquehuanca condenó el maltrato a transportistas bolivianos y aseguró que "no queda duda de que hay una franca violación, no solo del tratado de 1904 y acuerdos posteriores, sino también de los derechos humanos por parte de Chile".
Además, denunció el bloqueo de su entrada a Arica, lo cual demoró el recorrido por alrededor de seis horas, y explicó que su visita no es de carácter privado, sino por motivos de trabajo.