Naciones Unidas, 20 sep (RHC) Presidentes, cancilleres y Primeros Ministros abogan en las Naciones Unidas por cambios beneficiosos para los países del Sur.
El presidente estadounidense, Barack Obama, reconoció el abismo que existe entre países ricos y pobres, y llamó a reducir las diferencias raciales y étnicas, en su último discurso en ONU como jefe de la Casa Blanca.
Enfrentamos una disyuntiva: seguir adelante o volver atrás, pero nosotros debemos ir hacia adelante y vencer las fallas profundas del orden internacional, que se agravan en la medida en que el mundo está más interconectado, agregó.
En su intervención reiteró las tradicionales posiciones que Estados Unidos intenta imponer al resto del mundo sobre democracia y derechos humanos, aunque admitió que la sociedad norteamericana tiene serios problemas en esos aspectos.
Debemos rechazar cualquier forma de fundamentalismo, racismo, la creencia en la superioridad de cualquier etnia, debemos abrazar la tolerancia y el respeto entre todos los seres humanos, porque la discriminación socava los lazos de la civilización, añadió Obama.
Añadió que aunque el orden internacional mejoró, el uno por ciento de la población controla 99 por ciento de las riquezas, lo cual no es justo.
Llamó a que los más ricos contribuyan a cerrar esa brecha, la cual solo causa inestabilidad y sublevaciones, "pues las economías son más exitosas cuando cerramos el abismo entre ricos y pobres, al igual que los desniveles de salarios."
El presidente sudafricano, Jacob Zuma, pidió en la Asamblea General de la ONU a los países ricos abandonar la postura de privilegiar los intereses nacionales por encima de los globales.
El crecimiento económico inclusivo seguirá desafortunadamente como un sueño distante mientras persista semejante escenario, advirtió en la primera jornada del debate de alto nivel de la Asamblea, dedicado este año a la implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, adoptada en septiembre de 2015.
De acuerdo con Zuma, urge que la humanidad cierre el abismo que separa a las personas en ricas y pobres y a los países en economías grandes y pequeñas.
"Las desigualdades globales y la exclusión económica se han convertido en una seria amenaza para la paz y la estabilidad globales, y constituyen una bomba de tiempo social para el mundo", afirmó en el debate, previsto aquí hasta el 26 de septiembre.
El presidente de Sudáfrica exigió en la ONU que África y las naciones menos desarrolladas no sean dejadas atrás, como en los anteriores procesos de industrialización.
Presidentes de América Latina y del Caribe abogaron en la Asamblea General de la ONU por el fin del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y celebraron los pasos dados por ambos países hacia la normalización de sus relaciones.
En la sesión matutina de la primera jornada del debate general de la Asamblea, foro previsto hasta el 26 de septiembre, los mandatarios manifestaron sus expectativas de que el nuevo escenario bilateral lleve al levantamiento del cerco económico, comercial y financiero impuesto por Washington a la isla durante más de medio siglo.
El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, calificó de injusto el bloqueo norteamericano y afirmó que su país seguirá reclamando el cese del mismo mientras continúe vigente.
En nuestro discurso del año pasado expresamos el deseo de que fuese el último Período de Sesiones de la Asamblea en el que se abordase el tema, dijo aquí.
Por su parte, el jefe de Estado guyanés, David Granger, llamó a la completa eliminación del cerco "contra otro país del Caribe, la República de Cuba".
A su juicio, se trata de un asunto vinculado con la preservación de la soberanía y de su relación con el desarrollo sostenible.
También el presidente de Brasil, Michel Temer, defendió el fin del bloqueo y destacó el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.
Temer afirmó ante la plenaria de los 193 Estados miembros de la ONU que la reanudación de los vínculos entre La Habana y Washington muestra que no existen antagonismos eternos, o puntos muertos irrompibles.
A su turno en el podio, el mandatario argentino, Mauricio Macri, consideró el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos uno de los logros del siglo XXI.