Roma, 4 oct (RHC) El Papa Francisco visitó Amatrice, la localidad más duramente golpeada por el terremoto que el pasado 24 de agosto devastó la región central de Italia con un saldo de 298 muertos.
Durante su recorrido por sectores del centro urbano reducidos a escombros por el sismo dialogó el Sumo Pontífice con los alumnos y maestros, así como con residentes del lugar a quienes expresó su sentir y oración ante las afectaciones.
Con anterioridad, durante el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro el 28 de agosto, apenas cuatro días después de iniciada la tragedia, el Papa prometió visitar a los residentes de las zonas afectadas por el sismo para llevarles en persona el conforto de la fe, el abrazo de padre y hermano y el apoyo de la esperanza cristiana.
Mientras, los católicos estadounidenses recibieron la recomendación expresa del papa Francisco de cara a los comicios presidenciales de noviembre próximo: antes de votar rezar, y después a persignarse.
En efecto, el Obispo de Roma se refirió a la enconada carrera electoral en Estados Unidos, aunque lo hizo tangencialmente, pues tiene por norma nunca opinar durante las campañas presidenciales por un elemental respeto a la soberanía.
El otrora cardenal argentino Jorge Bergoglio reconoció que es una difícil elección para cada cual, por ende aconsejó estudiar bien las opciones, rezar y elegir según dicte la conciencia.
Al Sumo Pontífice le preguntaron sobre la contienda estadounidense durante una rueda de prensa mientras volaba de regreso desde Azerbaiyán, en alusión al apoyo de la demócrata Hillary Clinton al aborto, y la retórica racista del republicano Donald Trump.
"Cuando en un país hay dos, tres o cuatro candidatos que no satisfacen a todos, quizás en ese país no haya una sólida cultura política en la gente, que se debate entre un partido u otro, sin atender a lo básico, sus propuestas", reflexionó el Papa.
En febrero pasado Francisco consideró "nada cristianos" los comentarios de Trump sobre los emigrantes y criticó su intención de construir un muro entre México y Estados Unidos, a lo que el magnate neoyorquino replicó como único sabe: ofendiendo.