Analizan en la ONU la paz en Colombia tras plebiscito

Editado por Nuria Barbosa León
2016-10-18 21:19:14

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Naciones Unidas, 18 oct (RHC/PL) El Consejo de Seguridad de la ONU analizó la situación en Colombia tras la derrota del SI en el plebiscito del 2 de octubre para el apoyo popular al acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC-EP.

A puertas cerradas, el órgano de 15 miembros -presidido este mes por Rusia- abordó en particular el futuro de la Misión Política de Naciones Unidas, activada para vigilar el alto el fuego definitivo entre las partes y el desarme de la guerrilla, en sintonía con el acuerdo firmado el 26 de septiembre en Cartagena.

El representante del Secretario General y jefe de la Misión, Jean Arnault, informó al Consejo sobre el escenario después del plebiscito y las gestiones del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) para evitar que el resultado detenga el proceso de paz.

Arnault no conversó con la prensa al concluir la sesión, como se había anunciado aquí, pero el presidente del Consejo de Seguridad, el embajador ruso Vitaly Churkin, sí realizó breves comentarios acerca del encuentro.

Según el diplomático, los presentes reiteraron su apoyo a la Misión y esperan cartas del secretario general Ban Ki-moon sobre el papel de esa fuerza ya desplegada en el terreno, aunque la estrecha e inesperada victoria del NO en la consulta afectó en buena medida sus actividades.

A partir de las recomendaciones, veremos cómo proceder y qué pasos dar, aunque no creo que necesitemos una nueva resolución, opinó.

El Consejo aprobó en enero el establecimiento de la Misión Política, a solicitud del Gobierno colombiano y de las FARC-EP, con el fin de integrar un mecanismo tripartito para monitorear el cese de hostilidades.

Posteriormente, en septiembre, adoptó otra iniciativa para saludar el acuerdo final alcanzado por las partes el 24 de agosto y dar luz verde al despliegue de 450 observadores desarmados en varias regiones del país.

La derrota del SI el 2 de octubre generó un nuevo escenario, que no es más tenso por el compromiso del Gobierno y las FARC-EP de avanzar hacia una salida que conduzca al fin de un conflicto de más de medio siglo, con saldo de miles de muertos y millones de desplazados.

Hace una semana, en Colombia, Arnault elogió el debate activado en la sociedad para que los partidarios y los detractores del acuerdo encuentren el camino a la paz definitiva, y no se desprecie el favorable momento político generado en ese sentido.

El jefe de la Misión también dijo entonces que pediría al Consejo de Seguridad mantener el respaldo a los esfuerzos nacionales y autorizar a la fuerza de la ONU presente en el terreno la verificación de las medidas de las partes para el cumplimiento del alto el fuego.

Delegaciones de las FARC-EP y del Gobierno negociaron desde finales de 2012 en La Habana, Cuba, el cese del conflicto y la incorporación de los insurgentes a la vida política.

Liderados por el expresidente Álvaro Uribe, sectores colombianos se opusieron al acuerdo logrado con el apoyo de la comunidad internacional, bajo el argumento de que representaba la impunidad y evitaba la rendición de cuentas por violaciones de los derechos humanos atribuidas a los guerrilleros.

Expertos consideran que el mensaje de Uribe y su impacto en los votantes, junto a una insuficiente campaña gubernamental para socializar el acuerdo y sus beneficios, explican la victoria del NO en el plebiscito, aún cuando todas las encuestas sugerían una clara victoria del SI y de quienes anteponen la paz a rejuegos políticos.



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