La Paz, 22 nov (RHC) La cancillería de Bolivia decidió desclasificar documentos diplomáticos de la época de las dictaduras (1964-1982) con el objetivo de recuperar la memoria histórica y evitar la repetición de esos períodos oscuros de la vida nacional.

 Los textos permitirán revelar cómo las embajadas realizaban labores de seguimiento a exiliados; así como la coordinación de acciones entre los distintos regímenes del cono sur latinoamericano, con participación de Estados Unidos, para la eliminación física de miles de personas, lo que se conoce como Plan Cóndor.

 Esa fue la etapa latinoamericana más sangrienta y cruel y tenemos la obligación de que las futuras generaciones conozcan la verdad, dijo el ministro boliviano de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca.

 El titular señaló la urgencia de desnudar los métodos de torturas y las masacres perpetradas sistemáticamente para dominar a los pueblos.

 Los informes diplomáticos hacen referencia a disímiles temas, entre ellos la guerrilla de Ñancahuazú, comandada por Ernesto Che Guevara, y la Operación Cóndor, que involucró a las cúpulas de los regímenes militares de Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia.

 Para nosotros es muy importante esta desclasificación porque con la lucha de las organizaciones de familiares en todo el continente ya se ha establecido el derecho a la verdad y eso significa el acceso a los archivos, dijo a Prensa Latina la activista de los derechos humanos Ruth Llanos.

 Recordó la también secretaria ejecutiva de la Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos (Asofam) que fueron 18 años de dictaduras, en cuyo período cientos de personas sufrieron torturas y persecución, mientras que otros murieron o desaparecieron.

 Asofam pedirá la conformación de un comité multidisciplinario para que analice toda esta documentación.

 Otro reclamo de la asociación es que se cree una comisión de la verdad para investigar los crímenes, conocer el paradero de sus parientes y dar con los responsables materiales e intelectuales.

 Familiares de las víctimas, miembros del Gobierno y representantes del cuerpo diplomático acreditado aquí asistieron al acto de desclasificación de los documentos.