Caracas, 14 feb (RHC) El primer mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que acusará al Departamento del Tesoro de Estados Unidos por emitir declaraciones denigrantes contra el vicepresidente Tareck El Aissami.
Durante la Primera Plenaria del Consejo Federal de Gobierno, celebrada en el Palacio Blanco, de Caracas, aseguró Maduro que pidió a la canciller Delcy Rodríguez entregar al encargado de negocios de Washington una nota de protesta, en la cual exija la retractación de las acusaciones contra El Aissami.
La ministra venezolana de Relaciones Exteriores calificó esa acusación como una nueva arremetida de La Casa Blanca contra el gobierno Bolivariano y sus dirigentes.
De este modo, Maduro se refirió a las acusaciones que, desde la embajada estadounidense, profirieron los funcionarios al servicio del presidente saliente Barack Obama que involucran al vicepresidente en supuestas operaciones de narcotráfico.
La víspera el Departamento del Tesoro vinculó a El Aissami con el narcotráfico e inmediatamente, por medio de un comunicado, la ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, denunció lo que calificó como nueva arremetida contra el Gobierno Bolivariano.
Se trata de una grotesca mentira de las que acostumbra a usar el imperio norteamericano para agredir a una altísima autoridad del Estado y con un falso positivo contra un venezolano decente y digno, cuyas acusaciones no encuentran sustento alguno en la realidad, señala la comunicación.
En 2005 Venezuela rompió relaciones con la oficina de Administración Federal de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), tras comprobarse que encubría acciones de espionaje y era utilizada para apoyar precisamente al narcotráfico.
A partir de entonces, EE.UU. insiste en vincular a la nación suramericana con el narcotráfico internacional, sobre todo a partir de acusaciones contra dirigentes del Gobierno Bolivariano.
Venezuela es reconocida por la Organización de las Naciones Unidas como un territorio libre de cultivos ilícitos y, en los últimos 12 años, destruyó 108 laboratorios e inhabilitó 112 aeronaves en 22 operaciones, cifras que duplican la incautación de drogas desde la salida de la DEA del país.
Estados Unidos confirmó la congelación de activos del vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, por supuesta participación en narcotráfico, una acusación rechazada por el gobierno de esa nación suramericana.
Las imputaciones "no encuentran sustento alguno en la realidad" e integran un "entramado internacional para atentar contra una alta investidura y enervar el ejercicio" de las funciones del vicepresidente, respondió la Cancillería venezolana.
La medida fue dictada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, lo que "sin lugar a dudas es una agresión que Venezuela responderá paso a paso con equilibrio y contundencia", afirmó el presidente Nicolás Maduro.
Este ilícito internacional cometido por agencias estadounidenses representa un hecho sin precedentes en las relaciones bilaterales, aseguran las autoridades de ese país latinoamericano.
Según el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, "en este caso, congelamos activos. Una vez más, como he mencionado, decenas de millones de dólares de activos, y que tendrá un impacto muy grande".
En su primera conferencia pública tras asumir el cargo, Mnuchin señaló que la medida contra El Aissami "demuestra la seriedad del presidente (Donald Trump) para luchar contra el azote de las drogas en Estados Unidos".
Además, "busca enviar un mensaje claro al pueblo de Venezuela de que Estados Unidos está con ellos", dijo a periodistas en la Casa Blanca.
De acuerdo con el funcionario, las sanciones fueron el resultado de una investigación de varios años por supuesta intervención en lavado de dinero del Oriente Medio.