Buenos Aires, 6 mar (RHC) Los maestros argentinos encabezan este lunes un gran paro nacional que obligó a postergar el comienzo de las clases, unidos por un reclamo: mejores condiciones salariales y laborales.
Ya lo habían advertido y pese a intentos de diálogos con los gobiernos locales, los docentes representados en la Confederación de Trabajadores de la Educación decidieron paralizar las jornadas como mecanismo de presión a sus pedidos, informa Prensa Latina.
Los educandos piden una paritaria nacional, como se le conoce aquí a los convenios salariales, en busca de elevar el sueldo en 35 por ciento para tratar de compensar el alto índice de inflación que en 2016 llegó a más de 40 por ciento.
La gran mayoría de los Gobiernos locales propone un 18 por ciento a pagar en cuatro cuotas, atadas al índice de inflación, lo que se reduce más o menos a 250 pesos (16 dólares) por mes en cada trimestre, dependiendo de la carrera docente.
El punto de las diferencias es más que todo la decisión del Ejecutivo de Mauricio Macri de dejar en manos de los gobiernos provinciales el monto del mínimo salarial según las posibilidades, mientras los maestros abogan por una negociación salarial a nivel nacional.
Se espera que hoy, por ejemplo, en Buenos Aires haya una manifestación donde varios sindicatos docentes confluirán primero frente al ministerio de Trabajo y después frente al ministerio de Educación.
Mientras que en la provincia de Buenos Aires el Gobierno decidió descontar los días y pedirá sanciones a los gremios, los educadores de esa localidad, donde hay una matrícula de alrededor de cuatro millones de niños, reafirmaron su posición y tildaron de vergonzosa la más reciente oferta propuesta por la contraparte.
El nuevo curso escolar tendrá que esperar. Aún no hay fecha definida mientras los maestros aseguran que seguirán dando la batalla por un salario digno y justo.