Brasilia, 18 may (RHC) El presidente brasileño, Michel Temer, afirmó enfáticamente este 18 de mayo, en Brasilia, que no renunciará a su cargo, después de conocerse la delación del empresario Joesley Batista, según la cual, el primer mandatario pagó por el silencio de Eduardo Cunha.
En una declaración al país difundida en cadena nacional, el ocupante del Palacio de Planalto dijo: "Se lo que hice, y exijo una investigación plena y rápida de los hechos".
Temer reveló que había solicitado al Supremo Tribunal Federal (STF) acceso a la grabación referida por el propietario del frigorífico JBS, pero hasta ahora no lo consiguió.
"En ningún momento autoricé a pagar a quien quiera que sea para que se mantenga callado; no compré el silencio de nadie", insistió.
Precisa la agencia Prensa Latina (PL) que el gobernante, posesionado como resultado del golpe parlamentario-judicial que depuso a la presidenta constitucional Dilma Rousseff el pasado año, afirmó que la “ilícita grabación” divulgada anoche trajo de vuelta el fantasma de una crisis política de dimensiones incalculables.
Agregó también que esta semana su gobierno vivió su mejor y su peor momento, y aludió a la caída de la inflación, el tímido crecimiento económico registrado, y la creación de unos 60 mil empleos, hechos que en su opinión “crearon la esperanza de días mejores”.
A raíz de las delaciones de los propietarios de JBS, el ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) Edson Fachin resolvió investigar a Temer por intentar, presuntamente, obstruir la justicia.
Joesley Batista señaló que Temer avaló la compra del silencio de Cunha, preso y condenado a 15 años por corrupción, lavado de dinero y evasión de divisas en el contexto de la operación anticorrupción Lava Jato, y del operador Lúcio Funaro.