Bogotá, 20 jun (RHC-PL) La Oficina del Alto Comisionado de la Paz confirmó que se inició la dejación del último 40 por ciento de sus armas por parte de las FARC-EP, comenzando por la Zona veredal transitoria de Pondores, en la Guajira.
Las labores de desarme en ese departamento del extremo norte de Colombia fueron presenciadas por Sergio Jaramillo, Comisionado para la Paz del gobierno; los miembros del Secretariado de la fuerza insurgente, Pastor Alape y Joaquín Gómez, y Jeffrey Fetman, jefe de la misión de observadores de la ONU en Colombia.
Jaramillo declaró que a pesar de las dificultades que se dieron a conocer al país, se están cumpliendo bien los plazos ampliados que se acordaron el pasado 29 de mayo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo.
Subrayó la importancia que reviste que ya el total de los guerrilleros están recibiendo sus certificaciones de tránsito a la vida legal.
Las partes confirmaron que esta ultima etapa referida al tópico del desarme debe quedar concluida en una semana más, después de las dos entregas anteriores, cada una de un 30 por ciento. Por su parte, Fetman explicó que en los campamentos de verificación de las FARC-EP quedarán algunas armas para garantizar la seguridad de los insurgentes allí concentrados.
Añadió que esa medida se mantendrá sólo hasta el 31 julio, fecha en la que serán retirados los contenedores de la ONU de cada una de las 16 zonas veredales y nueve puntos de concentración dislocados en 16 departamentos (provincias) del país.
Al respecto, Jaramillo comentó que ese día no podrá quedar una sola arma en las zonas veredales, pero que hasta entonces hay que garantizar la seguridad de los miembros de las FARC-EP, con lo que se está cumpliendo lo acordado por las partes.
Asimismo, el representante del Secretario General de la ONU en esta nación andina afirmó que lo que se está logrando aquí es único en el mundo y añadió que ojalá otros países puedan utilizar el ejemplo colombiano y moverse hacia la paz.
Estos acontecimientos en torno a la deposición del armamento guerrillero estuvieron precedidos por casi cuatro años de diálogos entre las FARC-EP y el gobierno nacional en la capital cubana, donde se logró el acuerdo de paz general de finales del 2016, el cual puso fin a más de 50 años de conflicto armado interno.