Santiago de Chile, 18 nov (RHC) Unos 14 millones de chilenos están llamados este domingo a participar en las elecciones generales, para elegir de entre ocho candidatos al sucesor de la actual presidenta Michelle Bachelet.

El resultado de los sufragios determinará la continuidad o ruptura de las reformas impulsadas por la actual presidenta, tema que fue frecuente en los debates electorales y las propuestas de cada aspirante.

Bachelet logró aprobar –en un país que aún vive fracturado por las secuelas de la dictadura– una ley para el acceso gratuito a escuelas, una reforma tributaria donde los más ricos pagan más impuestos, la unión civil entre homosexuales, así como el aborto en tres situaciones especiales: violación, feto inviable o vida de la madre en riesgo.

Sin embargo, la actual gobernante chilena terminará su segundo período presidencial con menos del 40 por ciento de aprobación, en contraste con el 80 por ciento alcanzado durante su primer mandato.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, le subió la parada a la derecha, al recalcar que su sucesor deberá seguir el rumbo del proceso de reformas emprendido en su mandato.

En el umbral de las elecciones presidenciales y parlamentarias del domingo, Bachelet aprovechó un acto para la puesta en marcha de paneles solares en el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo.

Estamos entregando una economía que recupera sus fuerzas, por lo que el próximo presidente o presidenta no tendrá excusas para no mantener estas bases de un Chile mejor, como beneficio permanente para nuestros compatriotas, destacó.

Subrayó asimismo que todos los cambios “que el mundo ve con admiración, los hemos hecho en tiempos de vacas flacas”, al tiempo que reiteró su llamado a los chilenos a ejercer el derecho al voto el domingo.

“Los avances en estos cuatro años en materia energética son un ejemplo a nivel mundial y un orgullo para nuestro país. A través de ellos estamos sentando las bases de un futuro más limpio y seguro para Chile”, precisó.

La víspera, la dignataria promulgó la ley de “desmunicipalización” de la educación, que traspasará la administración de seis mil 500 colegios y jardines infantiles al Gobierno.

Uno de los puntos emblemáticos de su reforma en el sistema educacional que se añade a los cambios impulsados en lo laboral y tributario, la legislación para la despenalización del aborto en tres causales y el reconocimiento a los pueblos originarios.

El mensaje de Bachelet fue una clara respuesta a las consignas del candidato conservador y favorito de las encuestas, Sebastián Piñera, quien prometió acabar con la mayoría de las iniciativas de la gobernante.

En cambio, los aspirantes de la centroizquierda, los senadores Alejandro Guillier y Carolina Goic, y Beatriz Sánchez y Marco Enríquez-Ominami mostraron respeto por las reformas en líneas generales, aunque introducirían sus improntas.