La Paz, 1 feb (RHC) Las autoridades bolivianas declararon el estado de emergencia en varias regiones del país afectadas por fuertes lluvias y desbordamientos de ríos que provocaron unos 50 mil damnificados.
Ante la situación, el presidente Evo Morales suspendió su agenda y se trasladó hacia el municipio de Turiza, departamento de Potosí, uno de los más afectados.
Tras recorrer las zonas dañadas y trabajar en la ayuda humanitaria, Morales declaró a medios de prensa que el objetivo es resguardar las vidas humanas.
El jefe de Estado anunció que en un mes el gobierno, con apoyo de las autoridades locales, comenzará la construcción de nuevas viviendas para las personas que perdieron sus casas.
En ese sentido, pidió a las autoridades que garanticen la dotación de terrenos para las edificaciones familiares en urbanizaciones para los afectados.
Morales garantizó también la reposición de cultivos en la zona.
En tanto, el ministro de Defensa Civil, Javier Zavaleta informó que se habilitaron refugios de emergencia para los damnificados.
Agregó que otra tarea es desplazar maquinaria pesada para canalizar el agua del río, entre otras acciones, para evitar que las intensas lluvias sigan ocasionando más estragos.
Reportes del Ministerio de Defensa registran que siete de los nueve departamentos del país fueron afectados por las lluvias y las inundaciones y entre los más dañados se encuentran Beni y Tarija en la región del Chaco.
Hasta el momento se identifican 47 viviendas colapsadas, en tanto 97 familias requieren asistencia humanitaria y otras 50 fueron evacuadas. (Fuente/PL)