Quito, 21 may (RHC) La canciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, afirmó que existe persecución política en su contra, por actores interesados en enjuiciarla, para afectar la candidatura a la presidencia de la Asamblea Nacional de la ONU.
La titular ecuatoriana afirmó que tienen todo el derecho legal y constitucional de solicitar juicio político, pero deben cumplir con el debido proceso, los tiempos establecidos y tener argumentación sustentada, sólida.
En ese sentido, insistió en que el proceso judicial es un intento de impedir el posible liderazgo de su país en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.
Sus declaraciones hicieron referencia a la postura de legisladores de varias bancadas, quienes desde la semana última impulsan la acción legal, alegando incumplimiento de funciones en temas como atención eficaz a la situación en la frontera con Colombia, y las circunstancias de la solicitud de la candidatura, entre otros.
Mientras eL subsecretario adjunto de Defensa de Estados Unidos, Sergio de la Peña, se encuentra en Ecuador para realizar una visita de dos días, en la cual sostendrá reuniones con varias autoridades.
La información, circulada en redes sociales y medios de comunicación, precisó que el funcionario sostendrá un diálogo con el titular de Defensa ecuatoriano, general Oswaldo Jarrín, sobre las relaciones bilaterales y la cooperación en materia de seguridad.
De la Peña es responsable por la seguridad, defensa y política de EE.UU. en el hemisferio Sur y Norte y se encarga además de la supervisión de fondos destinados a programas de colaboración en materia defensiva, para el Comando Norte y el Comando Sur de los Estados Unidos.
En febrero de este mismo año también visitó esta nación andina otro funcionario de alto rango procedente de Washington, el subsecretario de Estado para Asuntos Políticos, Thomas Shannon.
Un mes más tarde, en marzo, llegaron a Ecuador el Teniente General Joseph P. DiSalvo, Subcomandante Militar, y la Embajadora Liliana Ayalde, Asesora de Política Exterior del Comando Sur para reunirse, asimismo, con autoridades de defensa, tanto civiles como militares.
La presencia estadounidense en este territorio sudamericano comenzó a partir de enero último, a raíz de la explosión de un coche bomba en San Lorenzo, frontera con Colombia, tras lo cual arribó una comitiva del Buró Federal de Investigaciones (FBI), según dijo entonces el gobierno nacional, para apoyar en la investigación.
A partir de entonces, en varias ocasiones la embajada del país norteño se ha referido al fortalecimiento de nexos bilaterales y de cooperación, sobre todo en capacitación, inteligencia, intercambio de información y acceso a colegios militares.
Para algunos estudiosos, asambleístas y politólogos, el acercamiento implica una forma de activar mecanismos de injerencia, por parte de la Casa Blanca, en áreas medulares como las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
No obstante, el funcionario y la sede diplomática norteña insisten en que trabajan en programas de cooperación, teniendo en cuenta la experiencia de Washington en temas de seguridad.