Moscú, 27 may (RHC) Al menos cuatro militares rusos murieron tras un ataque de grupos terroristas en la región siria de Deir-Ezzor, mientras otros tres resultaron heridos, indicó el ministerio de Defensa.
Los oficiales rusos laboraban como asesores junto a soldados sirios en una batería de artillería en la citada región, cuando fueron alcanzados por el fuego de formaciones armadas radicales.
La agresión contra la mencionada batería artillera se produjo de noche, cuando varios grupos móviles de los terroristas se concentraron allí, en un combate que se extendió por espacio de una hora.
Tras el choque armado, los asesores rusos y el ejército sirio eliminaron a 43 extremistas y seis vehículos todo terreno, equipados con sistemas artilleros móviles.
Siria recuperó en los últimos meses las principales ciudades del país que en su momento estuvieron en manos de grupos radicales, quienes reciben apoyo logístico desde el exterior.
Mientras cientos de civiles protestaron en la ciudad de Hasaka, en el noreste sirio, contra la violencia y abusos que cometen contra ellos las denominadas Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en idioma kurdo).
De acuerdo con activistas sociales, pobladores de ese territorio en medio de las manifestaciones denunciaron que las YPG, pertenecientes al Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), arrestaron a decenas de jóvenes y los llevaron a sitios desconocidos.
Otras fuentes, entre ellas la Agencia de Noticias Sana, señalaron que los integrantes de esas fuerzas kurdo-árabes recientemente asaltaron tiendas de víveres y residencias en el barrio Nashwa Gharbieh, en la cabecera provincial de Hasaka.
Indicaron que en ese poblado, una patrulla de las YPG sacó de su vivienda por la fuerza a tres integrantes de la familia de apellido Zahrawi.
Tales prácticas provocan descontento generalizado en la población en ese territorio, la cual exige que retorne el control sobre las zonas del gobierno constitucional sirio, precisaron los reportes.
Residentes en barrios del norteño territorio consideraron que al parecer la milicia YPG, la cual controla zonas ricas en recursos naturales como petróleo y gas, lleva a jóvenes secuestrados a zonas donde combate al grupo terrorista Estado Islámico.
Luego de denuncias de organizaciones civiles contra los desmanes de las YPG, la población de Tal Sameehan, al noreste de la ciudad de Hasaka impidió recientemente que ese ente armado allanara su poblado y lo obligó a retirarse de la demarcación.