Tokío, 11 jul (RHC) El primer ministro Shinzo Abe visitó un centro de evacuación en la prefectura de Okayama, donde murieron más de 40 de las 176 víctimas por las inundaciones y deslizamientos de tierra en Japón.
Abe es reunió con los residentes de la ciudad de Kurashiki alojados en ese establecimiento y aseguró que el gobierno hará todo por devolverles a la vida normal lo antes posible.
Inicialmente, el jefe de gobierno japonés sobrevoló la región en un helicóptero para evaluar los daños, luego de cancelar un viaje al extranjero para estar al frente de las tareas relacionadas con el desastre climático, uno de los más devastadores en las últimas décadas en esa nación.
El gobierno destinó una suma inicial de cuatro mil millones de dólares para tareas de recuperación y un presupuesto especial posteriormente si fuera necesario, mientras, decenas de miles de trabajadores de rescate y recuperación y voluntarios buscan a personas desaparecidas.
El secretario general de la ONU, António Guterres, envió una carta al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, para expresar condolencias por la pérdida de vidas y la destrucción causada por inundaciones y deslizamientos de tierra, informó hoy el organismo mundial.
Según el portavoz del máximo representante de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, en la misiva Guterres también elogió los esfuerzos del Gobierno nipón para ayudar a las personas afectadas y expresó su admiración por los equipos nacionales de búsqueda y rescate.
Asimismo, reafirmó la disposición de ONU de proporcionar apoyo si se lo solicitaban.
Más de 176 personas murieron hasta la fecha en Japón tras las intensas lluvias registradas desde la semana pasada, causantes de graves inundaciones y deslizamientos de tierra.
La víspera, el gobierno nipón destinó una suma inicial de cuatro mil millones de dólares para tareas de recuperación y un presupuesto especial posteriormente, si fuera necesario.
Decenas de miles de trabajadores de rescate y recuperación, y voluntarios buscan ahora a personas desaparecidas.
Según datos oficiales, unos 75 mil soldados y personal de emergencia y 80 helicópteros fueron movilizados para la búsqueda de los desaparecidos y las tareas de recuperación.
Trabajadores de la construcción y los residentes también laboran en comunidades del oeste y el centro del país asiático limpiando el barro y con el fin de permitir el acceso de los vehículos que distribuyen suministros y alimentos.
Mientras tanto, miles de personas continúan sin agua potable ni electricidad.