Roma, 20 jul (RHC) El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, expresó su satisfacción con la respuesta recibida del presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, sobre aspectos relacionados con la gestión de los flujos migratorios.

El jefe de Gobierno italiano se refirió a una carta enviada por el alto funcionario europeo, donde acepta que la inmigración es un reto que involucra a los 28 países del bloque europeo y, por lo tanto, reclama soluciones conjuntas.

El primer ministro de Italia indicó que le agrada saber que la Comisión Europea trabajará con empeño y determinación para implementar este, y otros principios, que su país analizó en las conclusiones del Consejo Europeo de junio.

Al reconocer las razones de este país para reclamar cooperación regional en el manejo de los desembarcos, el directivo saludó la actitud de Francia, Alemania, Malta, España, Portugal e Irlanda, que ofrecieron acoger a una parte de los inmigrantes trasladados al puerto italiano de Pozzallo, en el último incidente.

Por su parte, la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, llamó a combatir la inmigración ilegal hacia Europa y apoyó las acciones que organizaciones humanitarias realizan en el Mediterráneo.

“En la manera de afrontar la migración radica la clave para la existencia de Europa aunque para ello hay que respetar las leyes y trabajar para garantizar una inmigración legal desde los países de origen de las personas”, sostuvo este viernes durante su habitual conferencia de prensa de verano.

Según Merkel, el mundo está tan interconectado que las naciones apenas pueden decidir su futuro por sí solas. Es por ello que el destino se decide de conjunto y eso significa que el futuro de Alemania está vinculado al de Europa.

El miércoles último la policía estatal germana comenzó a patrullar la frontera con Austria al sur del país con el objetivo de evitar la inmigración ilegal.

De acuerdo con una encuesta del canal público de televisión ARD, el 75 por ciento de los alemanes desea una solución a nivel europeo para la actual crisis migratoria, aunque los partidos conservadores están bajo fuerte presión por parte de la Alternativa para Alemania (AfD), una agrupación ultraderechista, xenófoba y euroescéptica, la cual se opone a la política sobre refugiados del gobierno de este país y de la UE.

Alemania es una de las naciones europeas que acoge la mayor cantidad de solicitantes de asilo, pero existe a lo interno un rechazo tácito a los inmigrantes, sobre todo entre algunos sectores políticos conservadores.