Puerto Príncipe, 13 nov (RHC) Varias organizaciones sociales y partidos políticos opositores preparan una gran movilización para este domingo con el fin de demandar responsabilidades legales al despilfarro del tesoro público y a la corrupción.
Algunos partidos de la oposición pretenden que esta sea la última batalla para derrocar el Gobierno de Jovenel Moise, según alegan, en un paralelo con el combate de Vertieres que venció la dominación colonial francesa en 1803.
La convocatoria intenta superar los cientos de miles de manifestantes que el 17 de octubre tomaron las calles de Puerto Príncipe, y otras ciudades importantes del país, para reclamar justicia contra los exfuncionarios que derrocharon más de dos mil millones de dólares provenientes del programa Petrocaribe, una iniciativa del líder venezolano Hugo Chávez para facilitar el acceso a este rubro a los países de la región.
Según el máximo dirigente del partido Pitit Dessalines, Moise Jean Charles, sus seguidores saldrán a las calles con banderas rojas y negras, como la enseña nacional durante el imperio del líder independentista Jean Jacques Dessalines, aunque algunos detractores apuntan que fue la misma utilizada por los dictadores François y Jean Claude Duvalier (1957-1986).
Mientras el exprimer ministro de Haití, Evans Paul condenó el ataque contra la enseña nacional por parte de grupos opositores y señaló que se trata de una acción política exagerada.
Este fin de semana durante las protestas en Cabo Haitiano, para exigir la renuncia de la actual administración, Moise Jean Charles izó la bandera roja y negra del líder independentista Jean Jacques Dessalines, en el sitio donde libró la batalla de Vertieres que acabó con el yugo colonial francés.
De acuerdo con el exjefe del Ejecutivo, la afrenta no está dirigida al mandatario sino a toda la nación y deploró las agresiones contra sitios históricos y los símbolos de la lucha de los padres fundadores de Haití.
Asimismo, criticó la violenta convocatoria a manifestaciones para este domingo, y destacó que la acción política no puede llevarse a cabo sobre estos elementos identitarios que son sagrados.
“El 18 de noviembre, marca la conmemoración de la Batalla de Vertières, no se puede lograr en la confrontación”, subrayó el también líder del partido Kovansyon Inite Dèmokratik (Unidad Democrática de Cohesión).
Sin embargo, Moise Jean Charles negó que sus actos constituyeran un ultraje a la bandera, sino más bien, una señal a las élites de que el sistema de gobernanza debe cambiar en el país.
Aseguró que su intención es promover el ideal dessalinista, y tener en cuenta los intereses de las clases trabajadoras, al tiempo que prometió continuar sus acciones y alentar a sus partidarios a izar banderas negras y rojas en los edificios públicos de los 10 departamentos geográficos.
Por su parte Patrick Chrispin, asesor del jefe de Estado, Jovenel Moise, está en desacuerdo con esta postura y señala que constituye una profanación de la bandera y una violación de la Constitución de la República.
De acuerdo con Chrispin, el exsenador y máximo dirigente del partido Pitit Dessalines no tiene derecho a deshonrar un símbolo nacional y pidió a las autoridades judiciales hacer cumplir la ley.
Instó a la población a tomar nota de la violación constitucional de la oposición, “mientras el Gobierno se esfuerza por cumplir con los requisitos de la ley madre”, enfatizó en entrevista a una radio local.