Washington, 26 nov (RHC) Políticos demócratas y activistas de derechos civiles criticaron el uso de gas lacrimógeno contra migrantes centroamericanos que intentaron cruzar la frontera sur de Estados Unidos.
Funcionarios del gobierno de Donald Trump argumentaron que las autoridades debieron responder de ese modo porque personas que viajaron hasta la ciudad mexicana de Tijuana se acercaron, la víspera, a la línea divisoria y lanzaron piedras al personal de Aduanas y Protección Fronteriza.
Pero miembros del partido de los democráticas reclamaron que en ese grupo habían madres y niños, una imagen diferente a la reflejada por el primer mandatario republicano, quien solo se refiere a la presencia de criminales en las caravanas de migrantes que intentan solicitar asilo en el país norteño.
Para el presidente del Comité Nacional Demócrata, Tom Pérez, disparar gases lacrimógenos a los niños es lamentable, pues buscar asilo no es un delito.
En tanto, Gavin Newsom, el gobernador electo de California, manifestó que las imágenes de infantes que salen corriendo del gas lacrimógeno van en contra de los ideales norteamericanos.
Mientras que el gobierno mexicano deportó a casi un centenar de migrantes centroamericanos que la víspera intentaron cruzar la frontera con Estados Unidos y fueron repelidos con balas de goma y bombas de humo.
El secretario de Gobernación de México, Alfonso Navarrete Prida, calificó de provocadores a quienes dirigieron al grupo de migrantes que rompieron el cerco policíaco y lograron llegar al muro fronterizo que divide a su país con Estados Unidos.
Advirtió el funcionario que se identificaron a tres personas que instigaron a los migrantes a romper el cerco de la policía mexicana, que no estaba armada, para tratar de llegar a la frontera, mientras Estados Unidos informó sobre la detención de 42 personas que cruzaron la línea divisoria.