Londres, 26 may (RHC) El Partido Conservador amaneció este domingo con al menos siete aspirantes a ocupar el puesto de primer ministro del Reino Unido, en sustitución de la renunciante Teresa Mey.
El proceso de selección del nuevo líder conservador iniciará una semana después de que la actual gobernante haga efectiva su renuncia el próximo siete de junio, por lo que NO se descarta que en los próximos días se sumen nuevas candidaturas.
La primer ministro, Teresa Mey, admitió su incapacidad para concretar los resultados del referendo de 2016, en el cual el 52 por ciento de los británicos votó a favor de abandonar la Unión Europea.
El Brexit, como se le conoce a ese proceso, debió entrar en vigor el 29 de marzo pasado, pero la negativa de los parlamentarios a respaldar el acuerdo negociado por el Ejecutivo con el bloque europeo obligó a posponer la salida para el 31 de octubre próximo.
Los vaticinios de crecimiento económico de la Eurozona, sobre los que pesan la incertidumbre acarreada por la salida de Reino Unido de la Unión Europea y las tensiones comerciales vigentes, son un franco ejercicio de prestidigitación.
Mientras el crecimiento de un 0,4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de la zona euro en el primer trimestre del año parecen granjearle a este grupo mejores pronósticos económicos, a juzgar por un informe reciente, otras entidades se niegan a mostrar optimismo.
Si bien revisó a la baja el crecimiento mundial para el año en curso al situarlo en 3,2 por ciento o una décima menos que su anterior vaticinio, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó que la zona de la moneda común crecerá un 1,2 por ciento, dos décimas más con respecto a lo previamente divulgado.
Aun cuando la corrección no sea significativa, en un escenario que se distingue por la incertidumbre desatada por las tensiones comerciales, según adujo la OCDE, cualquier movimiento al alza constituye una buena noticia.
En un análisis más minucioso del informe, no pareciera Alemania el país merecedor de este pequeño mérito.
El crecimiento de la Eurozona se mantendrá débil como consecuencia de la baja confianza empresarial y a debilidad de la demanda externa, lo que lastra la inversión, sostuvo la OCDE.
No obstante, aseguró que la inversión seguirá viéndose apoyada por la robusta evolución del mercado laboral, con bajadas en el desempleo y subidas de los salarios, mientras que la inflación repuntará gradualmente.
No todos los expertos, sin embargo, creen que la Eurozona tiene motivos para permanecer confiada.
En relación al crecimiento del 0,4 por ciento exhibido entre enero y marzo, Ángel Talavera, de Oxford Economics, aseveró que el dato confirma lo que mostraron los datos de la producción industrial, la construcción o la venta de automóviles.
Pero, advirtió, la mayoría de encuestas e indicadores de sentimiento siguen apuntando a una cierta debilidad en la Eurozona, sobre todo en el sector industrial y exportador.