Naciones Unidas, 29 jul (RHC) El secretario general de ONU, António Guterres, criticó enérgicamente los ataques contra civiles en Nigeria, y expresó su pésame al pueblo, al Gobierno de ese país y las familias de las víctimas.
Por medio de un comunicado, Guterres deseó una pronta recuperación para los heridos y también reiteró la solidaridad de Naciones Unidas en los esfuerzos de este territorio por combatir el terrorismo y el extremismo violento.
Espero que los responsables de esos hechos sean llevados rápidamente ante la justicia, recalcó.
Asimismo, llamó a poner fin a los ataques y reafirmó que tales actos de violencia son graves amenazas para la seguridad y constituyen violaciones del derecho internacional humanitario.
El pasado 27 de julio, en la localidad de Borno, ocurrió el más reciente de la serie de ataques registrados.
Más de 60 personas murieron debido a ese atentado del grupo extremista Boko Haram contra un grupo de personas que participaban en un funeral en la aldea de Badu.
El gobierno local precisó que la cifra de fallecidos es de alrededor de 65 y reportó una decena de heridos.
De acuerdo con datos de las autoridades nigerianas, en la última década atentados con bomba y dispositivos bélicos perpetrados por Boko Haram provocaron en ese país el deceso de más de 30 mil ciudadanos y la existencia de más de dos millones de desplazados.
El grupo armado pretende imponer un califato islámico en el noreste de Nigeria y sus acciones alcanzan también a los vecinos Chad, Níger y Camerún.
La Unión Europea lamentó la muerte de más de 60 personas por un ataque del grupo extremista Bóko Jarám en el estado de Borno, en Nigeria, cuando un grupo de personas participaban en un funeral en la aldea de Badu.
En un comunicado expresó el Servicio Europeo de Acción Exterior la solidaridad con los familiares de los fallecidos y las personas que resultaron heridas.
En el texto el bloque regional transmite sus sinceras condolencias y desea una rápida recuperación a los lesionados. También insta a reforzar la lucha contra el terrorismo y la violencia.
