Prácticamente el país completo está bajo máxima emergencia por el rápido avance de la epidemia, el alza de muertos y contagiados. Solo la región autónoma del Tíbet está libre de infecciones, refiere Prensa Latina.
Mientras tanto, se prueban diferentes métodos y 30 medicinas en una carrera contrarreloj para ganarle a esta nueva amenaza a la salud pública.
El Gobierno confirmó que todavía no existe fármaco ni terapia ciento por ciento efectiva, pero ya comenzaron a desarrollar una vacuna tras aislar la cepa de manera exitosa. No obstante, su obtención puede extenderse al menos tres años.
La gravedad de la situación implicó el traslado de suministros, medicinas, alimentos, equipos, personal médico y contingentes militares de toda China hacia la ciudad de Wuhan, porque concentra la mayoría de los decesos, y además es el origen del brote y de los infectados que se reportan dentro y fuera del gigante asiático.
De conjunto, la Aduana habilitó un canal verde para recibir donaciones internacionales y se construyen dos hospitales allí que estarán listos antes de mediados de febrero para incomunicar y tratar a dos mil 500 pacientes.
En las últimas horas se anunciaron medidas rigurosas: aplazamiento del curso escolar, extensión de la actual semana de feriados por Año Nuevo Lunar, más urbes en cuarentena, suspensión del transporte público y visitas turísticas, y declaración obligatoria del estado de salud en las fronteras.
Sin embargo, una que destacó fue la moratoria inmediata sobre la cría, transportación y comercio de animales salvajes, ya sea en mercados, plataformas electrónicas o procesados en restaurantes.
Científicos hallaron al 2019-nCoV en un mercado de mariscos en el que se vende ilegalmente distintas especies vivas de Wuhan, y las investigaciones arrojaron que es 90 por ciento similar al patógeno encontrado en murciélagos de la provincia de Zhejiang.
Ahora buscan sin descanso al portador exacto entre serpientes, jabalíes, visones y zorros, pero la tarea se complejiza por factores como la contaminación surgida entre ellos como consecuencia del hacinamiento en las jaulas.
Días atrás se señaló al alto consumo en Wuhan de carne cruda y partes de esos y otros animales exóticos como el origen de la epidemia, que se transmite de persona a persona por el tracto respiratorio.
Tal conclusión también puso bajo la lupa el pobre cumplimiento de normas en ese lucrativo negocio, revivió antiguos llamados de ecologistas y ahora de juristas a implementar leyes severas para erradicarlo de una vez.
La víspera, las autoridades chinas advirtieron que procederán con disposiciones más estrictas aun en los días siguientes, frente a proyecciones de que el virus ganará en fortaleza y capacidad para propagarse.
Su período de incubación transcurre entre uno y 14 días, y es durante esa etapa cuando se transmite.
En lo adelante se esperan nuevas restricciones de movimiento, la observación a los contactos cercanos de los pacientes y el rastreo a cada ciudadano que visitó Wuhan en las últimas semanas.
China tiene claro que contener el virus es lo primordial, pues está en juego la seguridad sanitaria de sus mil 400 millones de habitantes y del resto del planeta.
El presidente Xi Jinping reiteró el sábado que se trata de la tarea con la más alta prioridad, exigió esfuerzos incansables, pero sobre todo transparencia en la información, pues la considera un aspecto vital para la autoprotección, la tranquilidad y la estabilidad social.
Mientras tanto, se prueban diferentes métodos y 30 medicinas en una carrera contrarreloj para ganarle a esta nueva amenaza a la salud pública.
El Gobierno confirmó que todavía no existe fármaco ni terapia ciento por ciento efectiva, pero ya comenzaron a desarrollar una vacuna tras aislar la cepa de manera exitosa. No obstante, su obtención puede extenderse al menos tres años.
La gravedad de la situación implicó el traslado de suministros, medicinas, alimentos, equipos, personal médico y contingentes militares de toda China hacia la ciudad de Wuhan, porque concentra la mayoría de los decesos, y además es el origen del brote y de los infectados que se reportan dentro y fuera del gigante asiático.
De conjunto, la Aduana habilitó un canal verde para recibir donaciones internacionales y se construyen dos hospitales allí que estarán listos antes de mediados de febrero para incomunicar y tratar a dos mil 500 pacientes.
En las últimas horas se anunciaron medidas rigurosas: aplazamiento del curso escolar, extensión de la actual semana de feriados por Año Nuevo Lunar, más urbes en cuarentena, suspensión del transporte público y visitas turísticas, y declaración obligatoria del estado de salud en las fronteras.
Sin embargo, una que destacó fue la moratoria inmediata sobre la cría, transportación y comercio de animales salvajes, ya sea en mercados, plataformas electrónicas o procesados en restaurantes.
Científicos hallaron al 2019-nCoV en un mercado de mariscos en el que se vende ilegalmente distintas especies vivas de Wuhan, y las investigaciones arrojaron que es 90 por ciento similar al patógeno encontrado en murciélagos de la provincia de Zhejiang.
Ahora buscan sin descanso al portador exacto entre serpientes, jabalíes, visones y zorros, pero la tarea se complejiza por factores como la contaminación surgida entre ellos como consecuencia del hacinamiento en las jaulas.
Días atrás se señaló al alto consumo en Wuhan de carne cruda y partes de esos y otros animales exóticos como el origen de la epidemia, que se transmite de persona a persona por el tracto respiratorio.
Tal conclusión también puso bajo la lupa el pobre cumplimiento de normas en ese lucrativo negocio, revivió antiguos llamados de ecologistas y ahora de juristas a implementar leyes severas para erradicarlo de una vez.
La víspera, las autoridades chinas advirtieron que procederán con disposiciones más estrictas aun en los días siguientes, frente a proyecciones de que el virus ganará en fortaleza y capacidad para propagarse.
Su período de incubación transcurre entre uno y 14 días, y es durante esa etapa cuando se transmite.
En lo adelante se esperan nuevas restricciones de movimiento, la observación a los contactos cercanos de los pacientes y el rastreo a cada ciudadano que visitó Wuhan en las últimas semanas.
China tiene claro que contener el virus es lo primordial, pues está en juego la seguridad sanitaria de sus mil 400 millones de habitantes y del resto del planeta.
El presidente Xi Jinping reiteró el sábado que se trata de la tarea con la más alta prioridad, exigió esfuerzos incansables, pero sobre todo transparencia en la información, pues la considera un aspecto vital para la autoprotección, la tranquilidad y la estabilidad social.
(Prensa Latina)