Washington, 10 mar (RHC) Mientras la mayoría de los sondeos colocan al exvicepresidente Joe Biden en la punta de la carrera demócrata por la presidencia de Estados Unidos, los expertos advierten hoy que Bernie Sanders sigue siendo un rival formidable.
Biden comenzó con tropiezos la competencia para elegir al contrincante demócrata del gobernante republicano Donald Trump en noviembre. Pero en la última semana, este moderado de 77 años se consolidó como el favorito frente a Sanders, senador de Vermont de 78 años, señala Prensa Latina.
Así, llega fortalecido a las votaciones del Gran Martes, en la cual están en juego 352 delegados de los mil 991 necesarios para que un candidato se quede con la investidura en la convención nacional del partido en julio.
El promedio de intención de voto de RealClearPolitics lo ubica 15 puntos por encima de Sanders a nivel nacional.
Un sondeo de CNN muestra incluso una diferencia superior: Biden recoge 52 por ciento de adhesiones frente al 36 por ciento de Sanders.
Y tras una avalancha de apoyos de antiguos rivales en los últimos días, el exvicepresidente de Barack Obama sumó el lunes el respaldo del senador del senador demócrata por Nueva Jersey Cory Booker, un carismático exalcalde de Newark que se había retirado de la carrera en enero.
Booker es el tercer político afroestadounidense que lo respalda, luego de la senadora por California Kamala Harris y del exgobernador de Massachusetts Deval Patrick.
Biden ganó en Carolina del Sur el 29 de febrero gracias al voto negro, una victoria decisiva que lo catapultó a quedarse con 10 de los 14 estados en liza en el supermartes la semana pasada, en particular en muchos estados sureños con mayoría de población afroestadounidense, un electorado clave para un triunfo demócrata.
Pero Sanders ganó lo suficiente como para seguir siendo un rival formidable con sus victorias en Vermont y en varios estados al Oeste del Mississippi: Colorado, Utah y, sobre todo, en California.
En opinión del comentarista Pablo Pardo, aún tiene oxígeno de sobra para seguir presentando batalla. De las primarias salen los delegados que votan por el candidato en la Convención, recordó.
Y en las alambicadas reglas demócratas, para poder determinar con exactitud cuántos delegados tiene cada candidato a veces se requieren días y hasta semanas después de las votaciones y las convenciones de los estados.
Además de Michigan, acudirán a las urnas en Washington (89 delegados), Misurí (68), Misisipí (36), Idaho (20) y Dakota del Norte (14).
Biden encabeza las encuestas en los tres estados más poblados: en Michigan, le gana a Sanders 56,7 por 28 por ciento; en Misurí, 54,3 por 35,7; y en Washington 41,5 por 39,5, según la media de RealClearPolitics.
Michigan, un estado bisagra que votó a favor de Trump en 2016, concentra los esfuerzos de ambos candidatos.
Biden visitó Flint acompañado de Booker, mientras Sanders participará en una mesa redonda sobre el nuevo coronavirus en Detroit.
El Gran Martes será el primer duelo entre Biden y Sanders después de abandonar los otros principales candidatos la batalla por la nominación partidaria, iniciada hace más de un año.
Entre ellos está la progresista senadora de Massachusetts Elizabeth Warren, alguna vez favorita a nivel nacional, que aún debe decidir a quién apoyará.
Sanders, que cuenta con muchos partidarios entre los jóvenes y los hispanos, ganó en febrero el apoyo del alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, y de Marianne Williamson, autora de libros de desarrollo personal, cuyas campañas nunca despegaron el año pasado.
Hace dos días dio la bienvenida al influyente activista afroestadounidense Jesse Jackson, en un gesto de reciprocidad luego de que Sanders apoyara su apuesta por la Casa Blanca en 1988.
Aquella victoria de Sanders en las primarias de 2016 en dos de los estados que irán a las urnas este martes, (Michigan y Wisconsin) es uno de los grandes argumentos de su campaña y sus seguidores para defender las posibilidades de derrotar a Trump.
Sanders arguye que puede reconquistar a los demócratas trumpianos e impulsarse con la movilización del voto joven, agitando nuevos yacimientos de votantes. (Prensa Latina)