Desde la aparición de brotes en las regiones de Lombardía y Véneto, la Covid-19 afectó a más de 40 mil personas, cuatro mil 440 de las cuales rebasaron la enfermedad, tres mil 405 fallecieron y 33 mil 190 siguen infectadas, 14 mil 935 en sus casas y 15 mil 757 hospitalizadas, con casi dos mil 500 en terapia intensiva.

Lombardía es la región más golpeada, desde el inicio de la epidemia, donde se concentra el 48,45 por ciento de los casos, el 63,67 de los decesos; y el 42 por ciento de los pacientes actuales, más de mil de ellos en estado grave.

A continuación están Emilia Romaña, Piamonte y Véneto, todas en el norte de la península, además de Las Marcas, en el centro, con casi dos mil casos detectados y 115 decesos.

A pesar de las severas restricciones a la movilidad impuestas desde hace más de una semana en todo el país, donde continúan suspendidas hasta el próximo 3 de abril los eventos, manifestaciones y actividades, incluidas las docentes, las cifras de decesos y nuevos contagiados parecen indetenibles.

Las autoridades sanitarias y científicos que asesoran en la gestión de la emergencia insisten en la necesidad de esperar unos días más para comprobar la eficacia de las medidas adoptadas, al tiempo que reiteran el llamado a cumplir con las indicaciones con vistas a prevenir la transmisión del virus.

En ese sentido, todos coinciden en que, además de las normas higiénico-sanitarias, lo más importante es respetar la distancia de al menos un metro en los contactos interpersonales y, en el caso de los ancianos o personas con patologías crónicas, la recomendación es no salir de casa.

El aspecto más que más preocupa al público en general y en especial al segmento de edad avanzada es el 8,3 por ciento de letalidad del virus respecto al total de contagiados, sobre lo cual no hay aún una respuesta concluyente.

El factor más señalado por los especialistas es el envejecimiento poblacional provocado por una esperanza de vida al nacer de 80,8 años los hombres y 85,2 las mujeres, según datos correspondientes a 2018, publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (Istat).

Así lo considera, como primer elemento, el presidente del Instituto Superior de Salud, profesor Silvio Brusaferro, quien acompaña con frecuencia al jefe nacional de Protección Civil, Ángelo Borrelli, en la conferencia de prensa diaria para informar sobre la evolución de la epidemia.

En opinión de Brusaferro, no existen indicios de que el virus que azota a Italia sea diferente al que circula en otros países, por lo cual se analizan las historias clínicas de las personas fallecidas para un análisis más detallado, aunque lo que sí se puede afirmar es que el promedio de edad de las víctimas es de unos 80 años.

Otro aspecto sobre el cual llamó la atención fue que el 70 por ciento de las víctimas son hombres, la diferencia de edad entre ellas y quienes se recuperan es de 15 años, mientras que el 48,5 por ciento tenían tres o más patologías previas, el 25 dos, otro 25 una y sólo el 0,8 por ciento no tenía ninguna.

A la efectividad de las medidas para evitar el colapso del sistema sanitario, se refirió el primer ministro Giuseppe Conte, en una entrevista publicada por el diario Corriere della Sera, en la cual advirtió que cuando se alcance el pico de la epidemia y comience a decrecer, será imposible retornar de inmediato a la normalidad.

Adelantó que es evidente las restricciones impuestas sobre la actividad empresarial, individual y docente tendrán que ser prorrogadas más allá de la fecha límite programada inicialmente y recordó la existencia de sanciones para los transgresores de las normas decretadas para contener el contagio.

En ese sentido, en la primera semana de restricción de la movilidad y suspensión de actividades en todo el país, incluyendo el comercio minorista excepto farmacias, parafarmacias y venta de alimentos, las autoridades policiales denunciaron a 43 mil personas individuales y mil 473 propietarios de establecimientos.

 

(Prensa Latina)