Washington, 1 jun (RHC) Cuando aún se estaban limpiando los escombros de los disturbios del día anterior, con algunos hechos de violencia y delincuencia aislados durante manifestaciones pacíficas en gran medida provocadas por los homicidios de afroamericanos a manos de la Policía, este domingo EEUU volvió a estar envuelto en una serie de protestas.
Desde Boston hasta San Francisco, indignados por la muerte del afroamericano George Floyd el lunes a manos de un agente blanco volvieron a salir a las calles.
Algunas ciudades cerraron las calles e impusieron toques de queda tras días de agitación. La gente saqueó tiendas a plena luz del día en Filadelfia y Santa Mónica, y un camión cisterna embistió a una multitud que bloqueó una carretera en Mineápolis. Los manifestantes se subieron al camión, y la Policía acudió para despejar la carretera, destaca Russia Today.
Las protestas rápidamente se extendieron por todo el país, registrándose en decenas de ciudades. Policías y manifestantes pacíficos por igual exhortaron a poner fin a la violencia, asegurando que únicamente perjudica a la causa y obstaculiza las exigencias para que se haga justicia y se apliquen reformas.
Alrededor de 5.000 elementos de la Guardia Nacional se desplegaron en 15 estados y en la capital, y al menos 40 ciudades, además de Washington D.C., impusieron toques de queda en respuesta a los brotes de violencia, mientras en Arizona, Texas y Virginia se decretó el estado de emergencia para autorizar una respuesta más eficaz y potente.
En Mineápolis, policías locales, estatales y miembros de la Guardia Nacional tomaron las calles poco después de que entrara en vigor el toque de queda a las 20:00 del sábado (hora local) para dispersar a los congregados. El despliegue de fuerza se efectuó después de tres días en que la Policía evitó, en la mayor parte, enfrentamientos con los manifestantes, y después de que el estado ordenara el despliegue de más de 4.000 efectivos de la Guardia Nacional en la ciudad. Las autoridades informaron que la cifra aumentaría a casi 11.000.
El presidente Donald Trump encomió el despliegue de la Guardia Nacional en Minneápolis, y señaló que a la Policía de la ciudad de Nueva York "se le debe permitir hacer su trabajo".
La indignación por el racismo que desembocó en disturbios, saqueos y vandalismo se sumó a una serie de muertes recientes que avivaron el descontento.
(Russia Today)