Tel Aviv, 6 jul (RHC) El canciller israelí, Gabi Ashkenazi, descartó una implementación inmediata del plan anexionista impulsado por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y rechazado por la ONU, la Liga Árabe, numerosos políticos y activistas.

Israel no extenderá su soberanía a partes de Cisjordania en los próximos días, aseguró el ministro de Relaciones Exteriores, citado por el diario The Jerusalem Post.

No está en la agenda para hoy o mañana, dijo Ashkenazi, partidario de entablar conversaciones con naciones de la región e intentar coordinaciones con los palestinos antes de dar algún paso al respecto.

El primer ministro, Benjamin Netanyahu, había anunciado que podría comenzar a aplicar el plan expansionista a partir del 1 de julio, sin embargo, funcionarios de su equipo explicaron que deberán realizarse previamente consultas con Estados Unidos y que esperan, además, un pronunciamiento de su presidente, Donald Trump, al respecto.

Puedo decir que el Ministerio de Relaciones Exteriores está preparando evaluaciones diplomáticas y el de Defensa valoraciones de seguridad, que tienen ramificaciones profundas, comentó.

He hablado ?agregó- con más de 30 de mis homólogos, en su mayoría de Europa; escucho lo que dicen y creo que está claro lo que estamos enfrentando en términos de oposición a los movimientos de soberanía, lo tendremos en cuenta cuando tomemos decisiones, puntualizó.

Según The Jerusalem Post, Ashkenazi -quien ha dicho que respalda la iniciativa de Trump en términos generales-, expresó que el plan debe incluir negociaciones con los vecinos.

'Creemos en un proceso que traerá paz, y esa no es una palabra mala, no queremos dañar los tratados de paz con nuestros vecinos', enfatizó.

La Autoridad Palestina (AP) rechazó de plano el programa expansionista de Israel y Estados Unidos, presentado en enero por el mandatario estadounidense, por considerarlo contrario a las propuestas de arreglo previas, basadas en la visión de dos estados soberanos.

En virtud de la iniciativa defendida por el ocupante de la Casa Blanca, los palestinos tendrían derecho a una autonomía limitada dentro de una patria discontinua (islas rodeadas por asentamientos judíos), además quedaría en manos de Tel Aviv el cotizado valle del Jordán.

En tanto Jerusalén, reivindicada por los dos lados, sería la capital indivisible de Israel.

Representantes de la Organización de Naciones Unidas, de la Unión Europea así como diplomáticos de otros países instaron a las partes a retomar el camino del diálogo para solucionar la larga confrontación al tiempo que condenaron la anexión parcial de Cisjordania.

El presidente de la AP, Mahmoud Abbas, manifestó estar listo para negociar con Israel siempre que sea con los auspicios y sobre la base de las resoluciones de la ONU, las cuales avalan el derecho de ese pueblo a establecer un estado independiente con las fronteras anteriores a 1967 y Jerusalén oriental como su capital. (Fuente:PL)