México, 30 jul (RHC) Las fuertes lluvias remanentes de la tormenta Hanna, que causaron grandes inundaciones en el norte de México, aumentan hoy el nivel del río Bravo, que se desborda por Tamaulipas y amenaza a campamentos de migrantes.
Autoridades de la localidad alertaron que a 300 metros del nuevo puente internacional y del campamento donde mil 400 migrantes viven a la espera de respuesta a su petición de asilo humanitario en Estados Unidos, la situación es peligrosa por el aumento del nivel de las aguas.
Aun cuando las autoridades emitieron alerta de inundación, los migrantes se niegan a ser reubicados y la Guardia Nacional advirtió que podría desalojarlos, declaró Enrique Maciel Cervantes, delegado regional del Instituto Tamaulipeco del Migrante.
Dijo que, aunque se sigue hablando con ellos, la movilización forzada es una posibilidad, ya que se niegan a retirarse aun con la invitación de la diócesis de Matamoros para alojarlos en un convento que sería un refugio donde no pueden ser molestados por las autoridades, añadió.
Funcionarios locales indicaron que el caudal del río ya llegó a unos metros del paraje donde se ubican cientos de casas de campaña. Allí viven familias de migrantes que se resisten a salir por miedo a que después de la contingencia no se les permita regresar y eso afecte su petición de asilo.
El activista religioso Abraham Barberi, quien desde el lunes duerme en el campamento, señaló que hubo errores del Instituto Nacional de Migración al dialogar con los líderes de la comunidad migrante.
Representante de la Comunidad Esencia Urbana –que provee alimentos, leña y agua embotellada a los migrantes–, Barberi explicó que para los extranjeros es importante mantener su lugar en ese espacio que les resulta estratégico por estar cerca del nuevo puente internacional, adonde acudirán a su cita con un juez de una corte federal en un proceso virtual que el vecino país suspendió hace tres meses por la pandemia. (Fuente:PL)