Damasco, 19 nov (RHC) Estados Unidos ha vuelto a desplegar un gran convoy, equipado con armas y suministros logísticos, en la provincia siria de Al-Hasaka (noreste), rica en petróleo.
Según reportó la agencia oficial siria de noticias, SANA, una columna de 60 camiones y vehículos blindados estadounidenses entró el miércoles “de forma ilegal” al territorio sirio, procedente de Irak, a través del cruce fronterizo de Al-Walid.
El informe, que cita a fuentes locales de la aldea de Sweidia, en la región de Al-Yarubia, detalla que el citado convoy, compuesto por camiones cargados de materiales logísticos y armas, además de transportadores, contenedores y camiones cisterna, se dirigió directamente a las bases militares de EEUU en la provincia de Al-Hasaka.
SANA también informó que las fuerzas estadounidenses trasladaron en la misma jornada otro convoy, de 30 vehículos y camiones cisternas, cargados supuestamente con el crudo robado sirio, desde la región petrolera de Al-Yazira hacia el norte de Irak.
El medio sirio ha advertido en reiteradas ocasiones que las “fuerzas de ocupación” de Estados Unidos, en plena cooperación con sus afiliados kurdo-árabes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), controlan la mayoría de los campos petrolíferos en la región siria de Al-Yazira, en Al-Hasaka, con el fin de expoliar los recursos naturales, en particular, el crudo.
A pesar del rotundo rechazo de Damasco a la ilegal presencia no autorizada de EE.UU. en Siria, Washington ha estado reforzando su presencia militar en el este y el noreste del territorio sirio, bajo el pretexto de “proteger” las zonas petroleras de los grupos terroristas, pero, en realidad, lo que busca es robar el crudo y el gas de este país árabe.
A finales del pasado mes de julio, la empresa petrolera estadounidense Delta Crescent Energy LLC firmó un contrato con las milicias kurdas FDS para saquear el petróleo sirio, con el aval del Gobierno de Estados Unidos.
De acuerdo con informes, dicha compañía está activando los pozos petroleros de Siria en la región de Al-Yazira, donde Estados Unidos ha establecido varias bases militares para dominar los campos de crudo y gas más importantes del este del país.
Ante esta tesitura, el presidente sirio, Bashar al-Asad, ha asegurado que, una vez se produzca la liberación de la provincia noroccidental de Idlib, considerada el último bastión de los terroristas en el noroeste del país, el Ejército de Siria acabará con la ocupación estadounidense.
(HispanTV)