Dedican misa a la pandemia del coronavirus

Editado por Nuria Barbosa León
2021-01-01 20:04:54

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Cardenal Pietro Parolin

Ciudad del Vaticano, 1 ene (RHC) El cardenal Pietro Parolin presidió la misa en la solemnidad de María Santísima Madre de Dios y en ocasión del 54o. Día Mundial de la Paz, que se celebra sobre el tema "La cultura del cuidado como camino de paz", en tanto el pontífice pronunció el tradicional Angelus del mediodía.

Parolin reemplazó en la misa al papa Francisco, afligido por una "dolorosa ciática". La liturgia se llevó a cabo en el Altar de la Cátedra y frente a no más de 100 fieles y unos 25 cardenales debido a las precauciones por el coronavirus.
El pontífice tuvo que renunciar a la celebración, el 31 por la tarde, de las Primeras Vísperas y el tradicional Te Deum, que fue presidido por el cardenal Giovanni Battista Re. Más tarde sí estuvo en el Angelus.

Durante la misa Parolin leyó la carta preparada por Francisco para la homilía, donde se afirma que "el mundo está gravemente contaminado por el mal decir y el pensar mal de los demás, de la sociedad y de sí mismos".

 "Pero la maledicencia corrompe, hace degenerar todo, en tanto la bendición regenera y da fuerzas para recomenzar cada día".

 "No estamos en el mundo para morir, sino para generar vida", afirmó Francisco en la carta. "Las mujeres conocen esta concreción paciente: nosotros hombres a menudo somos abstractos y queremos algo de inmediato, las mujeres son concretas y saben tejer con paciencia los hilos de la vida".

 "Cuántas mujeres, cuántas madres en este mundo hacen nacer y renacer la vida, dando futuro al mundo", agregó.
 
"Este año, mientras confiamos en un renacimiento y nuevos cuidados, no olvidemos el cuidado. Porque, además de la vacuna para el cuerpo, hace falta la vacuna para el corazón: es el cuidado. Será un buen año si cuidamos a los demás, como hace la Virgen con nosotros", observó.

"Qué importante es educar el corazón para el cuidado, y cuidar a las personas y las cosas. Todo comienza desde aquí, del cuidar a los demás, al mundo, a lo creado. No sirve conocer a muchas personas y muchas cosas si no las cuidamos".

Francisco luego afirmó que "el tiempo es la riqueza que todos tenemos, pero de la cual somos celosos, porque queremos usarlo solo para nosotros. Hay que pedir la gracia de hallar tiempo para Dios, tiempo para los hombres y para el prójimo: para quien está solo, para quien sufre, para quien necesita escucha y cuidado".

El pontífice instó a que el nuevo año "se use para nuestro crecimiento humano y espiritual, sea tiempo de allanar los odios y las divisiones, y los hay tantos, sea tiempo de sentirnos todos más hermanos, sea tiempo de construir y no de destruir, cuidando los unos a los otros y lo creado. Un tiempo para hacer crecer, un tiempo de paz".

 A continuación, en el Angelus, Francisco recordó -en directo en video desde la sala de la Biblioteca del Palacio Apostólico- que "es precisamente al cuidado del prójimo y de lo creado que está dedicado el tema de la Jornada Mundial de la Paz que hoy celebramos".

Según el pontífice, "los dolorosos acontecimientos que signaron el camino de la humanidad en el año pasado, especialmente la pandemia, nos enseñan cuán necesario es interesarse en los problemas de los demás y compartir sus preocupaciones".
"Esta actitud -subrayó- representa el camino que conduce a la paz, porque favorece la construcción de una sociedad fundada en las relaciones de hermandad" y añadió: "Cada uno de nosotros, hombres y mujeres de este tiempo, está llamado a realizar la paz".

Para Francisco, "la paz se puede construir si comenzamos a estar en paz con nosotros mismos y con quien nos está cerca, quitando los obstáculos que impiden cuidar a cuantos se encuentran en la necesidad y la indigencia".
 
"Se trata de desarrollar una mentalidad y una cultura del cuidar -afirmó-, para derrotar la indiferencia, el descarte y la rivalidad, que lamentablemente prevalecen".

 "La paz -recordó Francisco- no es solo ausencia de guerra, sino vida rica de sentido, impostada y vivida en la realización personal y el compartir fraterno con los demás".

La paz "debe implorarse con incesante plegaria, apoyada con un diálogo paciente y respetuoso, construida con una colaboración abierta a la verdad y a la justicia y siempre atenta a las legítimas aspiraciones de las personas y los pueblos".

"Es hora de que pensemos que la vida hoy está signada por las guerras, las enemistades, tantas cosas que destruyen: queremos paz".

 "En el umbral de este inicio -concluyó- dirijo atodos mi cordial augurio de un feliz y sereno 2021. Que sea un año de fraterna solidaridad y de paz para todos: un año lleno de confiada espera y esperanzas". (ANSA).

  Fuente: Ansa



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