Buenos Aires, 17 sep (RHC) En una de las semanas más convulsas del año, el Gobierno argentino transita hoy un duro momento con una crisis interna que envuelve al país, mientras prima el llamado a la unidad para sortear el maremoto.
Las opiniones van y vienen de todas partes y en los canales televisivos. Se viven horas de definiciones dentro del Frente de Todos.
Se trata de la propuesta política que llevó al presidente Alberto Fernández a la Casa Rosada en 2019 de la mano de Cristina Fernández, que después del duro revés de las primarias del domingo pasado atraviesa el momento de mayor fricción desde que comenzó la gestión, hace casi dos años.
A la espera de pronunciamientos de Fernández después de que al menos 10 funcionarios, entre ellos varios ministros pusieran a disposción su cargo, aún se desconoce el veredicto final que tomará.
En las últimas 48 horas se han vivido momentos muy tensos posjornada electoral y en río revuelto también han salido a flote ciertos oradores de la oposición con su discurso verbal de siempre para poner más fuego a la leña.
Reunido durante todo el día con asesores, el presidente decidió cancelar su viaje a México a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, donde era esperado, pues Argentina apuesta para asumir la presidencia pro tempore en 2022.
De acuerdo con reportes de varios medios, lo sustituirá en la cita el canciller Felipe Solá.
En su agenda de este viernes solo está programado su participación de manera virtual en el Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima, reunión convocada por su homólogo estadounidense Joe Biden, que será cerrada y sin acceso a la prensa.
Ayer tanto el mandatario como Cristina Fernández sentaron posiciones al respecto en medio de este difícil momento, donde hubo críticas duras de la vicepresidenta, en una extensa carta divulgada entrada la tarde.
En un hilo de mensajes en las redes sociales, el jefe de Estado fue el primero en referirse a la situación al señalar que seguirá garantizando la unidad de su espacio político Frente de Todos a partir del respeto, pero aclaró que su gestión continuará desarrollándose como estime conveniente.
El gobernante subrayó, entre otras cosas, que para eso fue elegido y remarcó que el Frente debe escuchar el mensaje de las urnas y actuar con toda responsabilidad.
Hay dos modelos de país en pugna que se debaten en estas elecciones: el que descree del trabajo y la producción y sólo promueve la especulación financiera y el que cree que con una producción pujante recuperaremos la dignidad del trabajo para todos y todas, también expresó.
Por su parte, la vicepresidenta pidió al mandatario honrar la voluntad del pueblo argentino y recordó que cuando tomó la decisión de proponer a Fernández como candidato lo hizo con la convicción de que era lo mejor para la patria.
Sin cortapisas, resaltó que durante este tiempo sostuvo múltiples reuniones con el Presidente, en las cuales le señaló que creía estaba llevando a cabo una política de ajuste fiscal equivocada, la cual impactaba negativamente en la actividad económica y en el conjunto de la sociedad, lo que iba a tener consecuencias electorales.
'No lo dije una vez, me cansé de decirlo y no sólo al Presidente. La respuesta siempre fue que no era así, que estaba equivocada y que, de acuerdo a las encuestas, íbamos a ganar muy bien las elecciones. Mi respuesta, invariablemente, era no leo encuestas, leo economía y política y trato de ver la realidad', enfatizó.
La vicemandataria criticó la reacción de algunos funcionarios que al día siguiente de las elecciones reaccionaban como si en el país no había pasado nada, fingiendo normalidad y, sobre todo, atornillándose a los sillones.
En su dura carta, Cristina reiteró su opinión sobre 'funcionarios que no funcionan' y añadió que el caso del vocero presidencial escaparía a aquella clasificación.
Es un raro caso: un vocero presidencial al que nadie le conoce la voz. ¿O tiene alguna otra función que desconocemos? ¿La de hacer operaciones en off por ejemplo? Verdadero misterio, ironizó.
(PL)