“El ataque provocó daños materiales en la sede y la destrucción de varios vehículos de las [llamadas] Fuerzas Democráticas de Siria” (FDS), apoyadas por EE.UU., detallaron las fuentes citadas por la agencia oficial siria, SANA.
De acuerdo con la información, una gran cantidad de aviones militares estadounidenses empezó a patrullar el cielo sobre la base después del ataque. Hasta el momento, ningún grupo se ha reivindicado la autoría de la ofensiva.
Las tropas estadounidenses controlan, sin el consentimiento del Gobierno sirio, varias zonas de las provincias de Al-Hasaka (noreste), Deir Ezzor y Al-Raqa (norte), donde se encuentran los mayores yacimientos de petróleo y gas.
A pesar del rotundo rechazo del Gobierno de Damasco a la ilegal presencia de EE.UU. en Siria, Washington ha estado reforzando su presencia militar en el este y el noreste del país árabe, bajo el pretexto de “proteger” las zonas petroleras de los grupos terroristas, pero, en realidad, lo que busca es expoliar los recursos naturales, tal como han denunciado las autoridades sirias.
Tropas de EEUU envían refuerzos militares a bases en el noreste de Siria
En esta línea, las tropas estadounidenses no dejan de enviar refuerzos militares a sus bases cerca de los yacimientos petrolíferos de Siria.
En el último caso, las fuerzas de ocupación trasladaron el lunes equipos militares, tanques y vehículos desde su base en el aeropuerto Jarab al-Jir hacia la ciudad de Remelan, al este de la ciudad de Al-Qamishli en el extremo noreste de Siria.