Foto: Prensa Latina.
Quito, 29 dic (RHC) El II Foro Internacional: Vida y Paz de las Mujeres y Pueblos en Tiempos de Pandemia concluyó con un llamado a la unidad en la diversidad, necesaria hoy ante desafíos comunes.
El seminario, organizado por la Coordinadora por la Paz, la Soberanía, la Integración y la No Injerencia CPAZ y la Federación Democrática Internacional de Mujeres, fue espacio para recordar el pensamiento y la lucha independentista de Manuela Sáenz, conocida como la Libertadora del Libertador Simón Bolívar, en el 224 aniversario de su natalicio.
La cita virtual dio por terminadas tres semanas de Foro, caracterizados por intervenciones de activistas por los derechos humanos, líderes de organizaciones sociales y féminas reconocidas por la defensa de los pueblos latinoamericanos y del mundo.
Resaltaron las ponencias de la exparlamentaria andina de Ecuador Rosa Mireya Cárdenas, la líder indígena argentina y presidenta de la organización barrial Tupac Amaru, Milagro Sala, la representante del Movimiento de Mujeres Kurdas Alicia Dro, la miembro de la Liga por los Derechos de la Mujer Libanesa, Wafi Ibrahim y la activista social de Italia Marinella Correggia.
Entre los temas centrales estuvieron la resistencia contra la violencia sistémica, una actualización sobre las luchas del sector femenino en territorios del Medio Oriente contra el fascismo.
Generar agendas comunes y propiciar la articulación del trabajo por parte de movimientos sociales, lideresas de diferentes latitudes, entre otras, fueron acuerdos comunes.
«En el marco de la crisis multifactorial del sistema capitalista, neofascista, neocolonial y patriarcal profundizado por la pandemia de la Covid-19, es una necesidad imperiosa la unidad de las luchas de resistencia de los movimientos progresistas, feministas, y de los pueblos y nacionalidades del mundo», recalcó la Declaración Final del foro.
El documento también fue espacio para repudiar el pretendido objetivo del régimen estadounidense de mantener hegemonía global y exigir a los Estados y gobiernos eliminar todas las formas de violencia y discriminación contra las mujeres.
El texto llama además a reconocer e impulsar los derechos colectivos de los pueblos indígenas originarios campesinos hacia una cultura para Vivir Bien.
Asimismo, denuncia el recrudecimiento de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos contra Cuba y demandaron el levantamiento inmediato e incondicional del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el país norteño al archipiélago caribeño por más de 60 años.
También reclamaron levantar cercos implementados desde Washington a naciones como Venezuela, Nicaragua y otros pueblos del mundo, por ser agresiones económicas que implican impacto negativo, particularmente grave, sobre las mujeres y las niñas. (Fuente: Prensa Latina).