Clarence Thomas (I), uno de los integrantes del tribunal de mayor rango de la nación, y Neil Gorsuch (D).

Washington, 27 abr (RHC) La conducta poco ética de dos jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos, denunciados por los medios, pone en entredicho ante la ciudadanía la postura de imparcialidad que debe caracterizar ese órgano.

Hace pocas semanas, un informe de ProPublica reveló cómo Clarence Thomas, uno de los integrantes del tribunal de mayor rango de la nación, aceptó regalos lujosos y costosas vacaciones pagadas por el multimillonario republicano Harlan Crow, quien también compró algunas de las propiedades del juez.

A ese escándalo se sumó otro protagonizado por el magistrado Neil Gorsuch que, según Politico, posee vínculos comerciales con Brian Duffy, director de un poderoso bufete de abogados llamado Greenberg Traurig, que repetidamente presenta cargos ante la Corte.

Según el medio, después de que el mentado ejecutivo se involucrara en la compra de un inmueble del que el juez era copropietario, la firma ha estado involucrada en al menos 22 casos presentados ante el Tribunal.

En los 12 litigios en los que se registra la opinión de Gorsuch, añadió el reportaje, el magistrado les dio la razón en ocho ocasiones a los clientes de Greenberg Traurig y en otros cuatro falló en contra.

Asimismo, un abogado de ese bufete con sede en Denver representó a Dakota del Norte en lo que se convirtió en uno de los fallos más publicitados de los últimos años, una demanda multiestatal que anuló el plan del expresidente Barack Obama (2009-2017) para combatir el cambio climático a través de la Ley de Aire Limpio.

Gorsuch se unió a los otros cinco jueces conservadores de la Corte al estar de acuerdo con los demandantes, incluido el cliente de Greenberg, en que la Agencia de Protección Ambiental se había excedido en su autoridad al regular las emisiones de carbono de las centrales eléctricas.

En añadidura, el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, se negó a aceptar una invitación para testificar ante el Comité Judicial del Senado sobre las supuestas violaciones éticas por parte de Thomas y Gorsuch.

En una carta enviada al senador Durbin, el juez alegó que rechazaba la invitación debido a las facultades otorgados por la separación de los poderes, lo que motivó objeciones de algunos legisladores demócratas y de organismos de control externo.

“Mientras la Corte Suprema está ardiendo con los escándalos, su presidente se niega a responder preguntas sobre la larga lista de cuestiones éticas preocupantes que socavan su credibilidad”, estimó Kyle Herrig, presidente del grupo de vigilancia Accountable.US, citado por el sitio Common Dreams.

Por su parte, la representante demócrata Alexandria Ocasio-Cortez afirmó que, bajo Roberts, el Tribunal vio a varios jueces involucrarse en arreglos corruptos.

“¿Cómo espera Roberts que la Corte Suprema de Estados Unidos mantenga la autoridad si ellos mismos rechazan la rendición de cuentas?”, cuestionó.

Asimismo, según un reporte del sitio Truthout, un nuevo análisis de las divulgaciones financieras mostró que la mayoría de los nueve jueces de la Corte Suprema son multimillonarios debido en gran parte a su capacidad para aprovechar su poder y conexiones para ganar riqueza, lo que genera dudas constantes sobre su imparcialidad. (Fuente:PL)