Dimitri Peskov. (Imagen de archivo/RHC)
Moscú, 3 ago (RHC) Rusia rechaza las acusaciones del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, de que, supuestamente, entrega el grano barato a países vulnerables para crear nuevas dependencias, dijo este jueves el portavoz presidencial, Dmitri Peskov.
«Eso es absolutamente falso, Rusia siempre fue y sigue siendo, pese a los problemas conocidos, un proveedor fiable», declaró Peskov ante la prensa.
El vocero señaló que su país cumple con todas sus obligaciones, sin embargo, las sanciones «ilegales, desde el punto de vista del derecho internacional», obstaculizan la satisfacción de una demanda creciente.
El pasado 31 de julio Borrell envió una carta a los países en desarrollo y a los Estados miembros del Grupo de los Veinte (G20) para formar una postura común sobre el pacto alimentario.
En este mensaje, el jefe de la diplomacia europea también acusó a Rusia por, supuestamente, «utilizar los alimentos como un arma», suministrando a los países vulnerables cargamentos limitados del grano.
El 27 de julio el presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró que su país suministrará entre 25 mil y 50 mil toneladas de grano gratis a varios países africanos, incluidos Burkina Faso, Eritrea y Mali, en los próximos meses.
En julio de 2022 Rusia, Türkiye y las Naciones Unidas firmaron un acuerdo para desbloquear la exportación de granos y fertilizantes de Ucrania a través del mar Negro. Los representantes del Gobierno ucraniano suscribieron un documento similar con Ankara y representantes de la ONU.
Desde entonces el acuerdo fue prorrogado en tres ocasiones, la última vez el pasado 17 de mayo, por dos meses.
Rusia formuló cinco requisitos para extender el pacto alimentario más allá del 17 de julio: la reconexión de su banco agrícola, Rosselkhozbank, al sistema SWIFT; la reanudación de los suministros de maquinaria agrícola, repuestos y mantenimiento; el levantamiento de la prohibición de acceso a los puertos.
Igualmente planteó la necesidad de la reactivación del conducto de amoniaco Togliatti-Odesa; y el desbloqueo de los activos y cuentas extranjeras de las empresas rusas relacionadas con la producción y transporte de alimentos y fertilizantes.
A falta de avances en esta materia, el Kremlin anunció la suspensión de su participación en el acuerdo, pero está dispuesto a retomarla en cuanto se cumplan sus condiciones.
A partir del 20 de julio, Rusia considera como objetivos militares los barcos que navegan en el mar Negro hacia puertos ucranianos, y como partes del conflicto a los respectivos países. Ucrania emitió una advertencia similar en relación con los puertos rusos en la cuenca del mar Negro, con efecto desde el 21 de julio. (Fuente:PL)