Gil alertó sobre el resurgimiento del fascismo, el nazismo y las corrientes políticas de
imposición y dominación que impulsan la supremacía blanca. Foto tomada de Prensa Latina
La Habana, 25 sep (RHC) Venezuela reivindicó este miércoles en la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, el derecho a defender su soberanía frente al asedio desatado después de las elecciones presidenciales del 28 de julio pasado, y los planes para desestabilizar al gobierno elegido democráticamente por el pueblo.
Al intervenir ante el 79 período de sesiones de ese foro, el ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil, aseguró que en su país “reina la paz social” gracias a la firmeza del pueblo y pese a las operaciones abiertas y encubiertas de Estados Unidos como parte de una denominada política de “máxima presión”.
Denunció que la campaña de desinformación apoyada por la oligarquía venezolana para desconocer las leyes y las instituciones generó violencia criminal con saldo de 27 muertos, cientos de heridos y la destrucción de propiedades públicas y privadas.
También responsabilizó a Washington de planificar ataques terroristas contra funcionarios e instalaciones públicas de la República Bolivariana, además de utilizar las redes sociales con el propósito de promover incursiones mercenarias.
Igualmente, Gil alertó sobre el resurgimiento en el mundo del fascismo, el nazismo y las corrientes políticas de imposición y dominación que impulsan la supremacía blanca, el racismo, la xenofobia y otras expresiones discriminatorias normalizadas.
Advirtió sobre la imposibilidad de avanzar hacia la paz duradera y la seguridad global mientras “el imperialismo mantenga secuestrada a la ONU” y vulnere la Carta de ese organismo con la intención “crear tensiones, fabricar conflictos y enfrentar a los pueblos”.
Respecto al diferendo territorial con Guyana, el canciller invitó a Georgetown a demostrar su compromiso con la búsqueda de una solución negociada a la discordia, pero defendió la voluntad de Caracas de recuperar el territorio robado por Reino Unido en el siglo XIX.
Repudió el genocidio en Palestina por parte de Israel y alertó sobre la pretensión de “exportar su odio y destrucción a toda una región, bombardeando y asesinando inocentes en el Líbano, en Siria, y tratando de desestabilizar a la República Islámica de Irán”, lo cual amenaza a la humanidad y la paz mundial.
Asimismo, manifestó preocupación por la potencial expansión de la OTAN con la instalación de bases militares en Argentina y Ecuador, y defendió el derecho a la autodeterminación de los pueblos del Sahara Occidental, Puerto Rico, Nueva Caledonia, la Polinesia Francesa, Bonaire y otros territorios. (Fuente: Prensa Latina)