Naciones Unidas, 27 ene (RHC) Altos funcionarios de la ONU demandaron en el Consejo de Seguridad de ese ente el acceso humanitario para millones de personas afectadas por el conflicto en Siria, donde las hostilidades afectan a sectores como la alimentación y la asistencia médica.
Al presentar el informe mensual del organismo internacional sobre el tema, advirtió el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Stephen O'Brien, que cinco años de enfrentamientos en la nación árabe han provocado cerca de 250 000 víctimas mortales y diez millones de desplazados internos y refugiados.
También expresó el diplomático que el texto ratifica la indiferencia del gobierno, los grupos armados y los terroristas de Siria ante las leyes internacionales humanitarias y los derechos humanos, pues impiden la llegada de ayuda a la población, en particular a personas residentes en lugares de difícil acceso por la intensidad de los combates.
Asimismo insistió en la necesidad de encontrar una solución política al conflicto y en la importancia de las conversaciones que con ese objetivo comenzarán este viernes en Ginebra delegaciones del gobierno sirio y la oposición.
El Consejo de Seguridad de la ONU analiza la situación humanitaria en Siria, a dos días del comienzo en Ginebra de conversaciones entre el Gobierno y la oposición para una salida política del conflicto.
La reunión del órgano de 15 miembros, presidido este mes por Uruguay, busca garantizar la asistencia a las víctimas de casi cinco años de hostilidades, marcadas por el accionar de extremistas y mercenarios apoyados desde el exterior, en sintonía con el cambio de régimen que occidente y sus aliados árabes persiguen para Damasco.
Según datos de Naciones Unidas, la crisis es responsable de más de 250 mil muertos y 11 millones de desplazados internos y refugiados, además de decenas de miles de personas sitiadas por actores del conflicto.
El Consejo de Seguridad revisa en la sesión el cumplimiento de sus resoluciones 2139, 2165 y 2191, todas de 2014, que solicitan al secretario general Ban Ki-moon un informe mensual acerca de los progresos en el tema humanitario.
En su reporte 23 sobre la cuestión, Ban asegura que en Siria empeoró la situación en el último mes, tanto por el recrudecimiento de los enfrentamientos como por el deterioro de la situación humanitaria.
"Un total desprecio por las partes en combate de la vida humana y la dignidad caracterizan el conflicto", señala en las observaciones.
De acuerdo con el Secretario General, alrededor de 13 millones 500 mil personas necesitan ayuda, mientras continúan los ataques deliberados contra civiles y el uso del hambre como arma de guerra.
Los informes de Ban encuentran críticas de Damasco, porque atribuyen a todas las partes enfrentadas, el Gobierno, la llamada oposición armada y los terroristas del Estado Islámico (EI) y otras organizaciones, igual responsabilidad por la destrucción y la muerte imperantes en el país levantino.
Al respecto, el embajador sirio ante la ONU, Bashar Jaafari, expresa aquí dudas sobre la veracidad de datos y de fuentes citadas en los reportes, y denuncia que el asunto humanitario es abordado con doble rasero y manipulación, en particular por las potencias mundiales y regionales interesadas en el cambio de régimen.
Jaafari insiste en que el tema del asedio a ciudades y poblados constituye un ejemplo de ello, porque se ignora que en realidad toda Siria está sitiada por los ataques de grupos apoyados desde el extranjero, las sanciones foráneas impuestas y el accionar de terroristas.
La ONU anunció que el viernes comenzará en Ginebra un nuevo intento de búsqueda del cese de las hostilidades entre el Gobierno y la oposición.
El encargado de los preparativos del diálogo, el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, adelantó que el alto el fuego, la lucha contra el EI y la asistencia humanitaria a las víctimas centrarán las primeras semanas de las pláticas.
Siria y Rusia denuncian que algunos sectores de la oposición pretenden boicotear el proceso, a partir del argumento del deterioro de la situación humanitaria, sobre todo con las acusaciones de que las tropas gubernamentales asedian a poblados y ciudades.
El diálogo entre los actores de la crisis comienza a materializar la resolución 2254 del Consejo de Seguridad, una hoja de ruta para la paz adoptada en diciembre pasado, la cual incluye las pláticas este mes y un cese de hostilidades para acompañarlas, seguidas de la redacción de una nueva Constitución y la celebración de elecciones, en un plazo de 18 meses.