Impidió gobierno mejicano reunión del Papa con padres de normalistas

Editado por Nuria Barbosa León
2016-02-19 19:41:02

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Papa Francisco en México

México, 19 feb (RHC) El gobierno mexicano puso obstáculos para evitar que los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa se reunieran con el papa Francisco, cuando estuvo recientemente de visita en ese país, afirmó Vidulfo Rosales, representante legal de los familiares de esos estudiantes desaparecidos.

De acuerdo con el abogado, la negativa del ejecutivo responde a que en el encuentro se pondrían en evidencia los problemas que sufre el país latinoamericano como desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, ataques a la libertad de expresión y a la protesta.

También calificó Rosales de incierta la estrategia gubernamental que se refiere a supuestas diferencias o confrontaciones entre los grupos de víctimas, y enfatizó que todos anhelan encontrar a sus familiares y no tienen problemas con otras organizaciones de desaparecidos.

Antes de que el obispo de Roma iniciara su gira por México el coordinador de la visita, Eugenio Lira, justificó que el Papa no podría reunirse con los padres de los llamados 43 porque muchas personas han sufrido la tragedia de perder al menos a un familiar, y gran parte de los mejicanos se encuentran en esa situación.

El papa Francisco ofició una misa binacional en Ciudad Juárez, en el norteño estado de Chihuahua, a un costado del río Bravo y a pocos metros de la valla que Estados Unidos levantó en la frontera con México.

Resultó el colofón de la primera visita pastoral del jefe del Estado Vaticano al segundo país de mayor población católica donde, de manera inédita, fue recibido como tal en el Palacio Nacional por el presidente Enrique Peña Nieto.

A Francisco lo arroparon unas 300 mil personas en el recinto ferial de Ciudad Juárez.

Allí se levantó un altar diseñado por los arquitectos suizos responsables del llamado Nido de Pájaro, el estadio de las Olimpiadas de Beijing (2008).

Del lado norte del límite fronterizo llegaron mexicanos y de otras nacionalidades latinoamericanas, a despecho de los esfuerzos de la Guardia Fronteriza de Estados Unidos por impedirles el tránsito, y de que ocurriera un desplome de la reja divisoria en el llamado Paso del Norte.

En un estadio de El Paso, Texas, el mensaje papal fue escuchado por varios miles de fieles, a quienes envió un saludo "gracias a la tecnología".

El Papa llamó a la misericordia como escudo y fortaleza ante la opresión y la explotación, aunque no se refirió a los miles de desaparecidos en México (en particular los 43 de Ayotzinapa), a cuyos familiares el Vaticano había invitado públicamente a esta misa.

Sin embargo, hizo énfasis en lo que llamó tragedia humana que sufren miles de migrantes de México, el continente latinoamericano y otras latitudes.

Dijo que en Ciudad Juárez se concentra el drama de migratorio de mexicanos, centroamericanos y de otras naciones.

Es un camino cargado de terribles injusticias, esclavizados, extorsionados por la trata de personas, apuntó.

No podemos ignorar la crisis migratoria de los últimos años, atravesando cientos de kilómetros por montañas, desiertos, caminos inhóspitos, expresó sobre lo que refirió como un fenómeno global que no debería medirse por cifras, sino por nombres, historias y familias.

Se trata, apuntó, de personas víctimas de la pobreza, la violencia, el narcotráfico el crimen organizado y vacíos legales, en particular jóvenes, "carne de cañon" de los traficantes de la muerte, como los llamó antes.

Francisco hizo alusión a los feminicidios, que años atrás dieron fatal notoriedad a esta ciudad, aunque hoy ostenta la reducción de ese y otros delitos, según las autoridades estatales y federales.

El Papa concluye así su primera visita a México y será despedido por el presidente Enrique Peña Nieto, con quien tendrá un encuentro privado en el aeropuerto internacional de esta urbe.

Viajará hacia el Vaticano a bordo de un Boeing 787 Dreamliner, de AeroMéxico, luego de recorrer cientos de kilómetros en este país en el papamóvil, y muchos más por vía aérea para cumplir actividades en la capital y cuatro estados, incluidos en las fronteras norte y sur.

El papa Francisco dijo adiós hoy a México en Ciudad Juárez, donde culminó seis días de una intensa agenda y fue despedido por el presidente Enrique Peña Nieto, quien antes le recibió con honores de Estado.

El jefe de la Iglesia Católica ofició en Ciudad Juárez su última y quinta misa, esta vez de carácter binacional, pues su mensaje fue seguido por mexicanos y ciudadanos de otras nacionaldes llegados de El Paso, Texas, Estados Unidos, donde también le escucharon y vieron desde un estadio "gracias a la tecnología", como reconoció.

Su santidad tuvo una colorida, nutrida y cálida despedida, encabezada por el presidente Enrique Peña Nieto.



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