Buenos Aires, 23 feb (RHC) La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de Argentina ratificó el paro nacional para el miércoles y calificó de inaceptables los despidos en ese sector.
En declaraciones que divulgaron varios medios, el secretario general de ATE de la provincia de Buenos Aires, Oscar de Isasi, se quejó de que el gobierno nacional quiere que los ajustes recaigan sobre los trabajadores al tiempo que privilegia a los sectores más concentrados del país.
Remarcó que hacen la acción laboral del miércoles en todo el país para reclamar un mejor salario y la reincorporación de los despedidos.
Será el primer paro luego de que la administración del presidente Mauricio Macri decretó un protocolo para reprimir las manifestaciones, protestas y piquetes públicos que obstaculicen vías, destaca Prensa Latina.
El secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman, dijo que la policía no portará "armas letales" frente a la manifestación de estatales del miércoles, mientras los líderes de ATE dijeron que no cortaran carreteras ni calles.
En un comunicado el segmento de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA-Autónoma) que dirige Pablo Micheli adelantó que acompañará la huelga nacional con movilizaciones en todo el país que convocó ATE.
También adhirieron al paro las federaciones de Profesionales de la Salud y la de Docentes, Investigadores Creadores Universitarios, la Asociación de Agentes de Propaganda Médica de la República Argentina y el sindicato de Trabajadores Judiciales.
Los gremios docentes están negociando en duros términos sus nuevos contratos laborales que contemplan un aumento salarial para poder afrontar el alza en la carestía de la vida. En marzo comienzan a discutirlos el resto de los sindicatos.
La disparada inflación, los despidos y otras medidas del ajuste económico que comenzó a implementar el Gobierno a partir de diciembre están generando fuertes tensiones con el mundo sindical.
El secretario general de la CTA-Autónoma anticipa una movilización general en la primera quincena de marzo venidero. Dijo estar de acuerdo con que no haya contratados que cobren sin trabajar, que en Argentina llaman ñoquis, pero "se ha echado a gente que iba a laborar", recalcó.
Echar ñoquis fue el pretexto que esgrimió la administración Macri para generar una ola de despidos que ronda los 40 mil, según las fuentes, en dependencias nacionales, provinciales y municipales.
La Unión de Obreros de la Construcción de la República Argentina (Uocra) advirtió que hay más constructores en la calle y que no van "a permitir que se paralicen obras", mientras sobre el tema salarial expresó "nadie habla de una sensación térmica menor al 30 por ciento de aumento".