Ginebra , 3 mar (RHC) El enviado especial de la ONU para Siria, Stáfan de Mistura, aseguró que la tregua iniciada hace seis días se mantiene en gran parte de ese país árabe azotado por la guerra.

Afirmó el funcionario que el nivel de violencia se ha reducido bastante, pero admitió la continuidad de combates en varios lugares del territorio nacional.

De Mistura subrayó que los copresidentes del Grupo Internacional de Apoyo para Siria, integrado por Estados Unidos y Rusia, han monitorizado la situación en el área y resuelto los casos violentos.

Mientras el Ministerio de Estado para la Reconciliación Nacional de Siria emitió un nuevo llamado al pueblo para presionar a los grupos terroristas extremistas a que abandonen las zonas donde han causado estragos y se unan al proceso por la paz.

Una comunicación al respecto hace hincapié en convencer a quienes optaron por las armas para que se sumen al programa de reconciliación nacional y dejen de lado a quienes apoyan el terrorismo en sus formas más brutales.

El Ministerio permanecerá abierto a la comunicación con los grupos armados y otros que quieren resolver su situación jurídica y legal e incorporarse a la vida de la nación, añade la nota.

De igual forma, instó a las organizaciones civiles, sociales y políticas para unirse a la reconciliación y detener el derramamiento de sangre en aras de preservar la estructura social del país.

En la declaración se afirma que el éxito de las conciliaciones anteriores fue posible gracias a los sacrificios del Ejército Árabe Siria y la voluntad sincera de los ciudadanos de reconstruir el país y preservar su soberanía y la toma de decisiones independientes.

Las negociaciones en todo el territorio continúan, en medio de una tregua violada en varias ocasiones por los grupos terroristas. En las últimas horas más de mil 200 personas se acogieron al proceso en las provincias de Damasco y Daraa, entre otras.

Por su parte, el canciller Serguei Lavrov rechazó hoy en un artículo los intentos de Estados Unidos y sus aliados occidentales de imponer su liderazgo global a través de diversas formas de presión.

Advierte el jefe de la diplomacia del Kremlin que "en un mundo cambiante, Estados Unidos y la alianza occidental que encabeza no escatiman medios para mantener su dominación y liderazgo global, algo que Rusia no pueda aceptar".

En el texto "Perspectivas históricas de la política exterior de Rusia", publicado por la revista Rusia en la Política Global, el titular de Asuntos Exteriores denuncia que Washington aplica una amplia gama de métodos de presión, sanciones económicas e incluso intervenciones militares.

Recuerda el ministro de Asuntos Exteriores que se llevan a cabo guerras de información a gran escala y se han ajustado las tecnologías de cambio inconstitucional de regímenes mediante lo que denomina "revoluciones de colores que resultan ser devastadoras para los pueblos sometidos a sus efectos".

En relación con la postura de Moscú, aclara Lavrov que se basa en preferir cambios evolucionistas que "deben realizarse de maneras y velocidades que corresponden a las tradiciones y al nivel de desarrollo de cada sociedad".

Se refirió Lavrov a las acusaciones de "revisionismo" en contra del Kremlin provenientes de la maquinaria de propaganda occidental, según las cuales Moscú supuestamente intenta destruir el existente sistema internacional.

Lavrov descartó ese punto de vista al recordar que no fue Rusia la que bombardeó a Yugoslavia en 1999 en violación de la Carta de la ONU y la Declaración de Helsinki.