Washington, 4 mar (RHC) Este 4 de marzo, senadores republicanos presionaron al presidente de EE.UU., Barack Obama, para que no cierre la prisión militar que opera en la base naval de Guantánamo, ubicada en territorio que ocupa, desde 1903, contra la voluntad del pueblo y gobierno cubanos.
La legisladora Kelly Ayotte, de New Hampshire, exigió al primer mandatario que un prisionero bajo custodia de las fuerzas norteamericanas y acusado de pertenecer al grupo terrorista Estado Islámico (EI), sea confinado en la mencionada base militar.
Ayotte, junto a los también republicanos Richard Burr (Carolina del Norte), Tom Cotton (Arkansas), y Marco Rubio (Florida), se oponen abiertamente al cierre de la cárcel, y a la reubicación de los presos que allí se mantienen, en muchos casos sin un proceso judicial que ampare su encierro.
Rubio, quien aspira ganar la nominación de su partido para optar por la presidencia del país, anunció hace unos días que "no permitiría que el presidente Obama le entregue la base naval de la bahía de Guantánamo a Cuba, sin una aprobación adecuada del Congreso".
El pasado 23 de febrero, la Casa Blanca anunció un plan para cerrar la prisión que opera en los predios del enclave, en el sureste de Cuba, una de las primeras promesas políticas de Obama, cuyo cumplimiento ha sido obstaculizado por la hostilidad del Congreso.
El plan presentado por el dignatario tiene cuatro elementos principales, que incluyen transferir responsablemente a los detenidos a otros países (35 de ellos son elegibles) en el curso de los próximos meses; llevar a cabo revisiones periódicas, e identificar la disposición individual de los que permanecen en reclusión.
También prevé trabajar con el Congreso sobre una ubicación para los detenidos que no pueden ser transferidos a sus países de origen.
(Con información de PL)