París, 27 mar (RHC) En Francia, el número de desempleados aumentó en tres como 59 millones en febrero último, con más de 38 mil nuevos casos de personas registradas en busca de trabajo, lo cual significa un nuevo récord con un paro que supera al diez por ciento de la población.
El jefe de Estado Francois Hollande condicionó su candidatura a las presidenciales de 2017 al tema laboral, ya que reiteró que sólo se presentará si se registra una baja creíble de la desocupación, una de sus promesas de campaña electoral de 2012.
Analistas coinciden en que algunos de los principales desafíos del gobierno corresponden al área económica, concretamente al apartado laboral y al del crecimiento, aún insuficiente para lograr una recuperación sostenida del empleo.
La más reciente de las iniciativas gubernamentales al respecto, un proyecto de ley de reforma laboral, es rechazada por la mayoría de la población.
También se divulgó que la popularidad del presidente francés, Francois Hollande, cayó en marzo, con lo cual continuó su tendencia a la baja.
El indicador retrocedió un punto por lo que sólo el 21 por ciento de los interrogados tiene una opinión favorable, arrojó la encuesta BVA realizada para la televisora iTele.
En el caso del primer ministro Manuel Valls, el medidor perdió cinco puntos. Según la pesquisa, más del 70 por ciento de los franceses tiene una mala opinión de ambos dirigentes.
La caída ratifica que el incremento de la popularidad registrado tras los atentados del 13 de noviembre pasado en París, obedeció a factores temporales tal como sucedió después de los ataques terroristas de enero de 2015, opinan especialistas.
Para el Ejecutivo, el panorama es complejo sobre todo por persistentes problemas domésticos como el elevado desempleo, superior al 10 por ciento, y el insuficiente crecimiento económico.
Analistas coinciden en que algunos de los principales desafíos del gobierno corresponden al área económica, concretamente al apartado laboral y al del crecimiento, aún insuficiente para lograr una recuperación sostenida del empleo.
Hollande condicionó su candidatura a las presidenciales de 2017 al tema laboral, ya que reiteró que sólo se presentará si se registra una baja creíble de la desocupación, una de sus promesas de campaña electoral de 2012.