La Habana, 24 abr (RHC) El ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Romero, afirmó este domingo que Estados Unidos carece de autoridad moral para evaluar el avance de su país en materia de lucha contra el narcotráfico.
Romero expresó que como parte de una estrategia nacional, el gobierno del presidente Evo Morales muestra relevantes resultados en el combate contra el consumo ilegal de estupefacientes, algo incluso reconocido por organismos internacionales.
El modelo de Washington contra las drogas ha sido un fracaso, por lo cual no tiene moral para descertificar el avance obtenido por nuestro país, mediante métodos soberanos, señaló Romero al intervenir en el programa El pueblo es noticia, de la estatal Bolivia TV.
Aseveró que la demanda de droga en la nación norteña crece a niveles alarmantes, mientras "sus estrategias de lucha fueron un fracaso por ser represivas y abandonaron la lucha antidroga compartida que tenían en Bolivia".
En marzo, el unilateral informe anual del Departamento de Estado norteamericano sobre el comercio de narcóticos consideró que la nación andina no cumplió con los acuerdos internacionales en esta materia.
En contraposición, Romero argumentó que la estrategia denominada guerra contra las drogas de Estados Unidos hace más énfasis en la interdicción represiva y no en la parte preventiva, a fin de evitar que se expanda el consumo.
El Ministro se refirió a las recientes declaraciones del presidente Morales en un foro especial de Naciones Unidas sobre la política antidrogas en el mundo.
En este sentido, el mandatario pidió disolver la agencia estadounidense de Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), erradicar las bases militares de Estados Unidos y levantar el secreto bancario que permite el encubrimiento de delitos relacionados con el narcotráfico en los llamados paraísos fiscales.
El gobernante consideró que la estrategia de Washington contra las drogas posee tintes geopolíticos y geoeconómicos.
Fines geopolíticos porque con la subordinación de los aparatos institucionales del Estado a la DEA, el combate se ha referido más bien a la persecución violenta de los movimientos sociales, y que en el caso de Bolivia significó más de 60 muertos y más de 500 heridos.
Es una estrategia geoeconómica porque se enfocó en lugares donde la existencia de riquezas naturales resultaba fundamental para los intereses extractivos del capital trasnacional. En este marco la prevención, la estrategia de desarrollo integral aparece totalmente eliminada, detalló el funcionario.
Romero recordó que en agosto de 2015 el organismo de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc) reconoció al gobierno boliviano por cumplir con las metas de su plan de reducción y erradicación de cultivos de hoja de coca ilegales.
La propia Unodc certificó la reducción de tres mil hectáreas de la planta como promedio durante los últimos cuatro años, añadió. (PL)
