Bogotá, 20 may (RHC) El canciller ecuatoriano, Guillaume Long, confirmó que fue retrasado el inicio de las conversaciones de paz entre el gobierno de Colombia y el insurgente ELN, Ejército de Liberación Nacional, que empezarían este mes en Quito.

En conferencia de prensa, explicó el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador que la demora se debe a la exigencia del Ejecutivo colombiano de que el grupo rebelde ponga fin a las retenciones, como condición para iniciar el diálogo.

Tras manifestar su esperanza en que se resuelva pronto ese desacuerdo, agregó Long que quizás sea necesario esperar algunas semanas más para el inicio de las conversaciones pacifistas.

Asimismo reiteró la disposición del gobierno ecuatoriano de colaborar en favor de la paz en el país vecino, pero enfatizó que serán las partes, en especial el Ejecutivo de Bogotá, quienes decidan sobre ello.

Con anterioridad especialistas de la Defensoría del Pueblo y la Consejería Presidencial para los Derechos Humanos perfilan hoy los protocolos para facilitar la salida de los menores colombianos de las insurgentes FARC-EP, confirmaron fuentes oficiales.

Tal decisión constituye otro de los esperanzadores pactos derivados de los diálogos entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) para superar el conflicto.

La propuesta de los expertos será entregada a los integrantes de la mesa de concertación, con sede en Cuba desde 2012.

Con el objetivo de establecer los mecanismos buscaremos apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y del Comité Internacional de la Cruz Roja, adelantó a la prensa la Consejera de la Presidencia para los Derechos Humanos, Paula Gaviria, luego de celebrar tal determinación.

A pocos días del consenso encaminado a elevar a la categoría de Acuerdo Especial todo lo concertado en la capital cubana, el anuncio de que los niños con menos de 15 años abandonarán en corto tiempo los campamentos guerrilleros, fue aplaudido por políticos, defensores de derechos humanos, activistas y familiares de víctimas.

Dicha medida será complementada con la elaboración de una hoja de ruta para propiciar la reincorporación progresiva a la vida civil de todos aquellos que no sobrepasan los 18 años - vinculados ahora a la agrupación rebelde- y la creación de un programa de atención para acompañar a ambos grupos en esa fase de reinserción social.

Según los voceros gubernamentales y de las FARC-EP, el propósito es sacar a los niños de la guerra, visto en esta nación andina como posible paso inicial rumbo a la desmovilización de la totalidad de los insurgentes pertenecientes a esa organización -la mayor y principal involucrada en la contienda- luego de la firma de la paz.

Portavoces del Ejecutivo aseguraron que no poseen estadísticas exactas sobre la cifra de menores activos dentro de las filas de las FARC-EP, pues se trata del momento preliminar del procedimiento.

Quiero decirles a los colombianos que estamos poniendo punto final al conflicto, subrayó el abogado Humberto de la Calle, jefe de los negociadores del Gobierno, luego de explicar el contenido del convenio rubricado.

Optimista por los avances de las pláticas entre ambas delegaciones, el presidente Juan Manuel Santos precisó que como resultado de más de tres años de discusiones lograron acuerdos en cinco de los seis puntos de la agenda concebida inicialmente de manera conjunta.

Hasta ahora -dijo- conciliaron posiciones en los temas de reforma rural integral, participación política, combate al tráfico ilícito de drogas mediante la sustitución de los cultivos cocaleros, víctimas e implementación.

Resta definir los términos del cese el fuego bilateral y definitivo, la dejación de armas o desarme de los guerrilleros así como las garantías para su seguridad una vez desmovilizados, aspectos incluidos en el sexto punto o capítulo.

Aunque ambas partes rechazan fijar una fecha para cerrar el proceso, coinciden en que tal vez en junio podrían finalizar los diálogos con la firma de la paz.