París, 26 may (RHC) Marchas en la calle y huelgas en sectores como el transporte y la energía son algunas de las acciones que se realizan hoy en Francia para demandar la retirada definitiva de un proyecto de reforma laboral del gobierno.
Hace más de dos meses comenzaron las protestas contra ese plan que, a juicio de sus detractores, perjudica los derechos de los trabajadores y beneficia al empresariado en un país donde la tasa de desempleo se ubica en torno al 10 por ciento, reporta Prensa latina.
Varios desfiles están previstos en un ambiente tenso ya que en recientes marchas contra el mencionado texto, se produjeron incidentes violentos entre los inconformes y miembros de las fuerzas del orden.
Los trabajadores ferroviarios completan este jueves dos días en huelga.
El 15 por ciento de los vuelos en el aeropuerto de Orly, el segundo en importancia de la capital, tras el Charles de Gaulle, se suprimieron. En los aeropuertos de ciudades como Nantes y Rennes, ubicadas en el oeste del país, se registraron retrasos por las huelgas de controladores aéreos.
A esta octava jornada de movilización nacional, se sumaron medidas de presión similares en refinerías petroleras y en depósitos de combustible.
La Unión Francesa de Industrias Petroleras comunicó que el país recurrió a sus reservas estratégicas para hacer frente a los problemas de abastecimiento de carburante a raíz de las protestas.
Seis de las ocho refinerías del territorio nacional están paradas total o parcialmente por movimientos de huelga.
Según el secretario de Estado de Transportes Alain Vidalies, aproximadamente el 20 por ciento de las 12 mil estaciones de servicio tienen "dificultades" de aprovisionamiento.
Acorde con la Confederación General del Trabajo (CGT), principal sindicato del país, los trabajadores de las 19 centrales nucleares de Francia se declararon en huelga.
Este jueves se prevén bloqueos en esos sitios, barricadas para filtrar el acceso del personal, pero también bajas en la producción ya que de dichas instalaciones sale el 75 por ciento de la fabricación de energía eléctrica del país.
El secretario general de la CGT, Philippe Martinez, remarcó que "mientras el gobierno se niegue a discutir, hay riesgos de que la manifestación se amplíe".
El primer ministro Manuel Valls reiteró que no retirará el proyecto laboral y que "no habrá modificación de la filosofía general del texto".