La Habana, 3 oct. (ACN) Ante el inminente impacto del huracán Mathew a la región sur oriental cubana, el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil (EMNDC) decretó la Fase de Alarma Ciclónica para las provincias de Camagüey, Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo.
Mantiene asimismo la fase informativa para los territorios de Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila.
La nueva disposición establece la necesidad de completar las medidas para el enfrentamiento exitoso del Huracán Matthew.
Los Consejos de Defensa y órganos de dirección de cada territorio deben analizar la situación específica que enfrentan e informar al nivel inmediato superior, a la población o a sus respectivas instituciones según corresponda.
Resulta pertinente, además, realizar una evaluación de la situación meteorológica por todas las vías posibles y el incremento de la información a la población con todos los medios locales sobre los peligros existentes por el paso del huracán.
La cooperación interna es imprescindible en cada uno de esos casos, al igual que un constante control de la situación y del manejo de los embalses y de las obras hidráulicas, incluido el funcionamiento de los grupos electrógenos y su completamiento con combustible.
Igualmente, es vital el cumplimiento de los planes de protección y evacuación de la población en zonas de riesgo, la prohibición del movimiento y tránsito innecesario de personas y vehículos en la vía pública el uso racional de las comunicaciones, así como también las regulaciones y medidas restrictivas de la fase anterior.
El EMNDC advirtió que las restantes provincias deben permanecer informadas sobre la evolución de Matthew, considerado el más mortífero desde 2007, cuando Noel azotó El Caribe y provocó la muerte a 163 personas y la desaparición de 52, informó a la ACN el Centro de Pronósticos, del Instituto de Meteorología.
Solo un fallecido hubo en Cuba, por el cruce, después del paso del meteoro, de un río de aguas crecidas.
Especialistas del EMNDC alertaron sobre los principales elementos peligrosos que acompañan a un ciclón tropical son los fuertes vientos, las lluvias intensas y las inundaciones costeras.
La marea de tormenta, en particular, es para muchos el efecto más destructivo asociado a los huracanes, causante como promedio del 90 por ciento de las pérdidas materiales y de nueve de cada diez víctimas..
Se define en su forma más simple como la elevación anormal y temporal del nivel de la superficie del mar, debido al movimiento de un huracán sobre la plataforma continental o insular.
Tal elevación alcanza un máximo en el momento en que se produce la llegada a tierra del huracán y en costas de aguas poco profundas hasta 180 kilómetros de distancia del punto de entrada del centro del huracán
Las lluvias torrenciales pueden dejar entre 100 y 300 milímetros o más en una amplia zona que, a su vez, producen grandes y devastadoras inundaciones.
Al igual que inundaciones, han sido los factores destructivos que más frecuentemente han estado asociados a los daños de los ciclones tropicales a Cuba.
Por último, el poder destructor de los vientos intensos aumenta rápidamente con su velocidad y pueden destruir una casa o un edificio, cuya estructura es de mala calidad.
Algunos huracanes sobresalieron por sus fuertes vientos sobre Cuba, donde la racha máxima registrada hasta el presente fue la del huracán Gustav en octubre de 2008, con 340 kilómetros por hora.