La Habana, 9 dic (RHC) En circunstancias excepcionales, como dijera Iván Giroud, director del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, quedó oficialmente inaugurada anoche, en el teatro Karl Marx, la edición número 38 del evento que reúne a cinéfilos y cineastas del continente, así como de otras latitudes, cada diciembre en La Habana.
El Comandante en Jefe Fidel Castro, precursor del Nuevo Cine Latinoamericano y fundador de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños (EICTV), no está ahora. No obstante, recuerda Giroud, «sin su impronta, sin su especial interés por el cine, por la cultura, la historia, nuestro cine sería diferente», destaca el diario Granma.
Giroud explicó también que «a Julio García Espinoza y a su entrañable escuela (EICTV) que cumple 30 años de fundada, les estaremos dedicando el festival. En este contexto inauguramos una sección dedicada a películas clásicas que han sido restauradas. Con esta novedad queremos resaltar la importancia de conservar nuestra memoria». Una de las cintas restauradas, Memorias del subdesarrollo (Tomás Gutiérrez Alea), fue exhibida en horas previas, como apertura fílmica del festival.
Durante la gala —que contó con la presentación escénica de Amigas, una coreografía de Lizt Alfonso— uno de los momentos más conmovedores estuvo a cargo de las actrices Eslinda Núñez, Mirta Ibarra y Daisy Granados, íconos de la gran pantalla cubana, acompañadas en su declamación por las jóvenes intérpretes Idania Valdés, Yaíma Sáez y Luna Manzanares, respectivamente.
También se entregó, a la EICTV, un Coral de Honor, que fue recibido por 30 estudiantes de la escuela, junto a su actual directora, Susana Molina. El documental Luces de la aurora, de Ernesto Doñas, un recuento de la historia de la institución que rememora palabras de Fidel en torno al cine del Tercer Mundo, fue presentado. «Para mí este movimiento del nuevo cine constituye una gran batalla, no solo para nuestra identidad sino también para nuestra independencia», dijo el líder de la Revolución Cubana.
Por último, como símbolo de un cine que, de acuerdo con Giroud, propone constantes rupturas, nuevas formas de expresión, posibles combinaciones, se presentó, con la asistencia de la actriz Andrea Frigerio, la película argentina El ciudadano ilustre, dirigida por Gastón Duprat y Mariano Cohn.